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Esas malditas rabietas a dúo (I): Las primeras rabietas de mis mellizos

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Por Somos Múltiples

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Hace unos meses escribí un post titulado ¡Esos malditos cólicos a dúo! Manual de supervivencia. Ahora que mis mellizos tienen 14 meses ya no me preocupan los cólicos pero sí esas primeras rabietas que están empezando a aparecer. Por eso, parafraseándome a mi misma, he elegido ese título pero no penséis que este post contiene ningún manual de supervivencia (aunque en la tercera parte de este post os daré una serie de consejos), ahora mismo la que necesita un manual de supervivencia soy yo 🙂

Y tampoco me vendría mal disponer de un suelo y unas paredes acolchadas ya que últimamente mis mellizos cada vez que se enfadan se dedican a darse golpes en la cabeza contra el suelo, la cuna, la puerta… y en general contra lo que les pille más a mano en ese momento. Y es que últimamente están empezando a aparecer tímidamente las temidas rabietas y, de hecho, hoy he vivido el primer episodio que podría considerarse propiamente como una rabieta a dúo.

Al principio mi hija era la que más carácter mostraba; era impaciente, nerviosa y no dudaba en mostrar su fuerte determinación cuando no estaba de acuerdo con algo. Siempre me pregunté si esto estaría relacionado con todas esas semanas que pasó en la incubadora separada de nosotros. Con el tiempo mi hija se ha ido tranquilizando, aunque sigue siendo muy activa y bastante independiente, pero yo creo que es una cuestión de carácter y desde luego tiene a quien salir.

Ahora mismo mi hija lo que peor lleva es estar sentada en la trona  comiendo. Al ser tan activa, eso de estar sentada en el mismo sitio más de dos minutos seguidos no lo lleva nada bien. Así que tenemos que utilizar continuamente técnicas de distracción como darle un poco de pan, una cuchara o cualquier otra cosa con la que jugar mientras le doy de comer. En caso contrario empieza a chillar y a golpearse contra el respaldo de la trona y se niega a comer aunque esté muerta de hambre. Bueno, esto no es del todo cierto, si le das algo que le guste mucho como un yogur si que se lo come, pero claro uno no puede alimentarse sólo de yogur.

gemelos comiendoFuente: http://www.racheldevine.com

Este comportamiento nos pareció tan llamativo al principio –mi hija normalmente come mucho y muy bien- que enseguida, como padres inexpertos que somos, lo achacamos a que le dolía el estómago y no quería comer. También pensamos que quizá se había aburrido de las papillas que preparamos y probé a cocinarles pasta, patatas, huevos revueltos y otro tipo de alimentos más diversificados. Pero tampoco funcionó y, después de descartar algún tipo de enfermedad intestinal crónica que le provocase continuos dolores de estómago, nos dimos cuenta de lo que realmente pasaba, ¡Mi hija prefiere seguir jugando a comer! Bueno, visto desde el punto de vista de un niño esto parece bastante lógico y me siento un poco avergonzada de haber tardado tanto tiempo en darme cuenta.

El problema es que la mayoría de las veces las técnicas de distracción funcionan sólo durante un rato, excepto cuando mi madre está en casa y se dedica a cantar y bailar mientras les doy de comer . Yo la verdad es que no me siento capaz de cantar y bailar mientras les doy de comer a los dos así que no parece una solución definitiva (además seguro que si lo hiciera todos los días se acabarían aburriendo). Así que, en cuanto mi hija pasa cinco minutos jugando con cualquier objeto que le haya dado, este acaba volando por los aires y mi hija comienza a chillar y a golpearse otra vez. Si trato de ofrecerle comida grita, golpea la cuchara o incluso intenta quitármela. Generalmente lo único que funciona en este caso es ignorar su comportamiento y seguir dando de comer a su hermano como si no pasase nada.

Pensé que con el tiempo se le pasaría pero normalmente a los cinco o diez minutos de estar sentada en la trona se empieza a poner nerviosa y ¡Esto sucede en todas las comidas! Así que nos toca lidiar con esta situación tres veces al día. La verdad es que a estas alturas ya me he acostumbrado así que antes de cada comida me aprovisiono de un arsenal de elementos de distracción y me encomiendo a algún santo con la esperanza de que tengamos una comida lo más pacífica posible.

Lo peor de estas pequeñas rabietas es que generan un efecto imitación en su hermano y, muchas veces, mi hijo pasa de estar comiendo bebe mellizo comiendo tranquilamente a gritar y golpearse contra la trona sin más motivo que secundar la rebelión de su hermana. La verdad es que da gusto lo solidarios que son el uno con el otro con ese tipo de cosas.

Quitando estos pequeños episodios de ira infantil a la hora de comer, mi hija suele ser bastante comedida por lo general. En cambio, su hermano es otra historia. Desde hace un par de semanas se frustra con mucha frecuencia y nos lo hace saber gritando, pegándonos o golpeándose contra el suelo. La cantidad de chichones que le están apareciendo últimamente en la frente dan fe de este comportamiento.

Los motivos de su frustración pueden ser tan variopintos como dejar una pelota en el suelo y ver que se aleja rodando, tropezarse ahora que está aprendiendo a andar, despertarse en medio de la noche y ver que la teta está ocupada por su hermana, querer jugar con mi teléfono móvil (no tendría inconveniente si no acabara siempre estrellado en el suelo) o que le regañemos por intentar estrangular a su hermana con un cable (hay que reconocer que son muy creativos).

La verdad es que, cuando mi hijo se pone así ningún truco funciona excepto acompañarle y esperar a que se le pase. Es imposible distraerle y si tratas de abrazarle para calmarle se pone aún más nervioso.

Paralelamente, están empezando a jugar entre ellos de forma un poco violenta. Les gusta tirarse al suelo desde lo alto de los sitios, tirarse el uno encima del otro y, por supuesto, golpearse la cabeza. Así que a veces me cuesta saber si están jugando o si realmente están molestos por algo.

Y, cómo os decía al principio de este post, esta mañana he sobrevivido a la primera rabieta a dúo de mis mellizos, aunque de eso os hablaré en la próxima entrada, y más adelante también os daré unos cuantos consejos que he ido recopilando para lidiar este tipo de situaciones.

 

 

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Madre de mellizos prematuros que un día decidió abrir un blog para compartir su (in)experiencia personal con otras madres. Administradora de Somos Múltiples y de la tienda para gemelos y mellizos Tot A Lot. Prometo hacer todo lo posible para que paséis un rato entretenido en mi intento de acercaros al maravilloso mundo de la crianza múltiple; un mundo rodeado de mitos en donde tanto los retos como la satisfacción se elevan al cuadrado.

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13 comentarios en «Esas malditas rabietas a dúo (I): Las primeras rabietas de mis mellizos»

  1. Nosotros por ahora no tenemos muchas rabietas, alguna vez la melliza cuando se levanta de la siesta con mal pie se pone a llorar en una esquina. Pero si no le haces caso, en seguida se sienta conmigo a merendar… Las otras dos, en cuanto les despiestas con otra cosa, se les olvida por qué lloraban… espero que sigan así, porque a trío trendría lo suyo!!

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    • Qué suerte, tienes tres santas! Eso sí, ya verás dentro de unos añitos con tres adolescentes en casa je je

      Yo la verdad es que a veces no se qué pensar. Hoy mi niño estaba durmiendo conmigo en la cama y tomando teta y de repente la ha soltado y sin motivo aparente se ha puesto a chillar hecho una fiera. Esto a lo mejor podrían ser terrores nocturnos o algo así, porque normalmente si se enfada es porque abre un ojo y ve la teta ocupada, pero hoy estábamos abrazados él y yo y tan a gusto y no veas la que ha montado. Mi hija estaba durmiendo abrazada a papá y nos miraba alucinados como pensando no entiendo nada, qué me he perdido. Y mi hijo pegando botes por la cama y chillando como el niño del exorcista 🙂

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      • A éstas le spasó alguna vez, y creo que les daba ago de miedo la oscuridad, y pusimos una lucecita de esas de pared… y luego, en época de dientes siempre pasa más estas cosas… La verdad es que estas tres enanas son tres soletes, siempre digo que me dan pena de tan buenas que son, porque se adaptan a todo… pero seguro que en la adolescencia se lo cobran… te lo contaré! Ja, ja, ja!!!!

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  2. Esta semana precisamente he escrito sobre este mismo tema… asique pasate por mi blog y lees la entrada «Princesita se nos va de las manos», pero sobretodo lee los comentarios que me dejaron, además encontrarás en uno de los comentarios a Gallaecía, no se si la conoces pero es profe de Escuela infantil y en su blog sus dos últimas entradas habla sobre las rabietas y que hacer con ellas… no te lo pierdas que no tiene desperdicio…

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    • ¡Ya la leí! Lo que pasa es que no sabía que decirte, como Princesita es mayor que mis peques no sabía que comentar. Pero recuerdo que pensé, ay la que me espera… Os sigo siempre de cerca aunque a veces no comente 🙂 Voy a leerme los comentarios que dices, además como ahora he renovado mi blogroll y salen vuestras últimas entradas acabo de ver que has publicado un post nuevo así que, ¡Nos vemos en tu blog!

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  3. JAJAJAJAJA con los años todo se agrava a veces pienso q no voy a sobrevivir . un consejo atesoren estas rabietas xq despues de pone pesado , uno va aprendiendo a manejarlas ,saber cuando retarlas, cuando hablar, cuando callar y cuando dejarlas solas. pero hay dias q llega la noche y estoy echa trapito . besitos

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  4. Yo de rabietas tambien ando servida! cuando no es uno es el otro y sino…los 2 a la vez! Lo que suelo hacer es ponerme a su altura e intentar explicarles que no pasa nada, que no se tienen que poner asi, que entiendo su frustracion, pero otras….soy yo la que pierde los nervios por no saber como actuar y me siento fatal, imagino que iremos haciendo camino al andar

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    • Si, es que a veces es difícil mantener la calma, sobre todo cuando las rabietas son en público y la gente se te queda mirando… Yo a veces me salgo un momento de la habitación a recomponerme porque si no…¡Se me contagia la rabieta a mi también!

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  5. Hola, me siento super identificada contigo, soy madre de mellizos igual niño y niña y me pasa exactamente lo mismo, aunque mis bb ya tienen 16 meses, pero cuando el niño se molesta comienza a darse contra las paredes o el suelo y eso me preocupa muchísimo y al igual que tu niña la mía no puede estar quieta comiendo siempre después de unos minutos se levanta de su mesita de comer y a jugar.

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