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Realizando una resonancia magnética del cerebro a mi hija prematura de dos años

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Por Somos Múltiples

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Es una prueba muy incómoda y agobiante, por eso se utiliza anestesia en el caso de los niños
Es una prueba muy incómoda y agobiante, por eso se utiliza anestesia en el caso de los niños

La realización de una resonancia magnética cerebral a los bebés prematuros o de bajo peso, con el objetivo de comprobar si existe algún tipo daño neurológico, es una prueba relativamente habitual en algunos casos.

Muchos padres se preocupan, especialmente porque esta prueba en niños tan pequeños conlleva sedación, y es por ello que quiero contaros mi experiencia con mi hija de dos años.

 

El dilema ¿Hacer o no hacer la resonancia magnética?

Para ser sincera nosotros también dudamos un poco al principio si hacer o no hacer esta prueba por el tema de la anestesia. Mi hija prematura con dos años apenas debe pesar ocho kilos. Si existiera algún tipo de secuela neurológica, ¿No se acabaría manifestando por si misma? ¿Es la anestesia un riesgo innecesario?

Además, cuando te proponen realizar este tipo de pruebas es inevitable sentir algo de inquietud. Por lo menos yo, que lo primero que pensé cuando me lo dijo la doctora fue ¿Por qué me proponen hacer esta prueba precisamente a mí? ¿Será que sospechan que a mi hija le pasa algo malo y no quieren decírmelo hasta tener los resultados definitivos? Ya sabéis que con el tema de mi hija soy un poco muy paranoica.

Y el último argumento en contra de hacer la prueba es que… ¡¡Estoy harta de que los médicos le hagan “perrerías” a mi niña!!  Y es que de cara al tema del seguimiento médico mis hijos no parecen mellizos en absoluto.

Mientras que mi hijo nació en la semana 35 con más de 2 kilos y sólo pasó 48 horas en la incubadora, mi hija nació con tan sólo un kilo debido a un CIR severo, tuvo una hemorragia cerebral y pasó dos meses en la incubadora. Y al salir de Neonatología comenzó el rosario de médicos; neonatólogos, oftalmólogos, neurólogos, cardiólogos… Y es por ello que trato de evitar cualquier revisión médica que no sea estrictamente necesaria.

En cambio mi hijo recibió el alta definitiva sobre los 3 meses y es tratado como un niño normal a todos los efectos, sólo tiene que ir a las revisiones del niño sano. Así que en nuestro caso, más que por ser prematura, se debe al bajo peso de mi niña.

Finalmente, después de hablarlo un poco, decidimos hacer la resonancia magnética. En un acto de fe sin precedentes, la parte racional de mi cerebro consiguió convencer a mi parte emocional de que sólo se trata de una prueba de rutina que se le hace a muchos niños, tal y como dijo la doctora. Y además, ¿Acaso no operan a bebés recién nacidos mucho más pequeños que mi hija?

Pero el argumento definitivo ha sido la plasticidad que tiene el cerebro a esta edades. Ya comentábamos el martes que esta plasticidad llega al punto de que algunas regiones cerebrales podrían llegar a realizar la función de otras si estuvieran dañadas. Pero es que algunos estudios incluso van más lejos y afirman que algunas lesiones cerebrales en bebés prematuros podrían llegar a ser reversibles mediante estimulación.

Así que, sin menospreciar los riesgos, concluimos que al fin y al cabo la información es poder, y si hubiera algún problema es mejor saberlo y tratarlo cuanto antes.

 

La prueba, ¿En qué consiste exactamente?

En nuestro caso se trató de una resonancia magnética del cerebro con tractografía. La resonancia magnética sirve para detectar posibles lesiones cerebrales y la tractografía es un procedimiento que sirve para examinar los tractos neuronales mediante un análisis de las imágenes por ordenador, ya que estos no se detectan en la resonancia.

La neuróloga insistió mucho en que esta prueba debía realizarse a los dos años, no antes. La razón es que a esta edad la imagen del cerebro se aproxima mucho a la imagen de un cerebro adulto, como podéis ver en esta fotografía:

A la izquierda tenéis la imagen del cerebro de un bebé, y a la derecha la de un adulto. La estructura es muy parecida, aunque el límite entre la sustancia blanca y la gris está mucho menos definida en niños. Fuente: El Mundo
A la izquierda tenéis la imagen del cerebro de un bebé, y a la derecha la de un adulto. Cómo podéis apreciar, la estructura es muy parecida, aunque el límite entre la sustancia blanca y la gris está mucho menos definido en el caso de los niños. Fuente: El Mundo

Supongo que el tema de la sedación se deberá a que es materialmente imposible conseguir que un niño de dos años permanezca veinte minutos exactamente en la misma posición, especialmente teniendo en cuenta lo desagradable de la prueba, tanto por la falta de espacio como por esos horribles pitidos infernales. Yo me tuve que hacer una resonancia a causa de una hernia discal y la verdad es que no olvidaré fácilmente esa sensación de claustrofobia y la intensidad de esos pitidos continuos.

 

Y llegó el gran día…

El problema de las anestesia, aparte de los riesgos que conlleva, es que no se puede comer ni beber nada desde la noche anterior. Y claro, ¿Cómo le explicas eso a un bebé que todavía no habla? ¿Cómo le explicábamos que su hermano sí podía desayunar y ella no? Así que viendo claro desde el principio que convencerla era imposible, optamos por otra estrategia.

Cómo la prueba era por la mañana a primera hora les despertamos a traición media hora antes, les vestimos a toda velocidad, les metimos en el coche y, antes de que se dieran cuenta, estábamos en el hospital. Tan desconcertados estaban que ni se acordaron del desayuno. Sí, somos así de malos padres, para resolver el problema dejamos a los dos niños sin desayunar. Debo decir a nuestro favor que los padres, muy nerviosos y como muestra de solidaridad, tampoco pudimos probar bocado.

Ya empezamos mal cuando nada más llegar nos dijeron en recepción del Hospital que la autorización del seguro no les había llegado, mientras que la compañía aseguradora afirmaba que habían mandado el documento. Después de cuatro llamadas telefónicas, y unos cuantos gritos de mi marido, entre todos descubrimos que el número de fax del hospital que tenía la aseguradora no estaba actualizado y de ahí nuestro problema.

Cuando llegó nuestro turno pasé con mi hija a una cabina en donde tuve que desnudarla completamente a excepción del pañal. Después le tumbaron sobre la máquina, le pusieron una máscara con la anestesia, y mientras yo le iba acariciando se quedó dormidita. ¡Parecía una pulga en esa máquina tan grande! Fue un detalle que le dejaran permanecer con el chupete puesto y la verdad es que no tardó ni cinco minutos en hacerle efecto.

Mientras le hacían la resonancia a mi hija aprovechamos para llevar a mi niño a desayunar. Al principio no reparó demasiado en la ausencia de su hermana pero después de un buen rato empezó a impacientarse y trató de colarse en la zona restringida varias veces para ir a buscarla.

Volvieron a llamarme poco más de una hora después. Mi hija ya estaba completamente despierta y se abrazó a mí muy asustada. La pobrecita parecía un koala, no quería despegarse de mí ni siquiera para dejarme que la vistiera, y lo peor fue que no dejaba de pedir su chupete a grito pelado y yo con los nervios me lo había dejado fuera. ¡Qué oportuno!

Al final me la llevé sin vestir a la sala de espera, en donde su hermano le recibió muy contento y un poco desconcertado. Por su forma de andar parecía un poco “borrachilla” pero el susto se le pasó enseguida. Tuvimos que esperar otra hora más para darle de desayunar, aunque reconozco que ante su desesperación me rendí fácilmente. ¡Bastante hambre había pasado ya!

El resto del día estuvo completamente normal, eso sí, a la hora de comer repitió plato dos veces, probablemente temiendo que al día siguiente le volviésemos a dejar sin comer 🙂

Así que esta fue nuestra experiencia. Ahora sólo queda esperar los resultados. Alea iacta est. Cruzaremos los dedos…

 

Nota de la editora: He editado el artículo después de que ayer se pusiera en contacto conmigo @nuria_vela, mamá y enfermera, para explicarme la diferencia entre una resonancia magnética y un escáner cerebral. En este primer caso se trata de una prueba menos invasiva y no se usa radiación ionizante. Son pruebas distintas y las máquinas que se usan son también diferentes. Por tanto, olvidaros de lo que os comenté ayer del incremento del riesgo de cáncer en niños porque afortunadamente en este caso no es aplicable. Gracias Nuria, ¡Me quedo mucho más tranquila!

 

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Madre de mellizos prematuros que un día decidió abrir un blog para compartir su (in)experiencia personal con otras madres. Administradora de Somos Múltiples y de la tienda para gemelos y mellizos Tot A Lot. Prometo hacer todo lo posible para que paséis un rato entretenido en mi intento de acercaros al maravilloso mundo de la crianza múltiple; un mundo rodeado de mitos en donde tanto los retos como la satisfacción se elevan al cuadrado.

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19 comentarios en «Realizando una resonancia magnética del cerebro a mi hija prematura de dos años»

  1. Espero que los resultados salieran de maravilla. Te felicito por tu post, realmente interesante. Creo que lo que más me gustó es dejarlos sin comer para que repitan de plato 😀
    Mucho ánimo y seguro que sale todo bien!!

    Responder
  2. Como madre también dudaría en hacerle cualquier prueba de imagen a mi hija pero la resonancia es de lo más inofensivo que hay. Lo de las radiografías lo llevo sin paciencia, se abusa de ellas incluso en niños (mi marido es técnico de radiología y me cuenta q van bastantes niños a hacerse radiografías)
    Como enfermera se q es inocuo y que encima, dormiditos no se enteran de nada, aunque luego se despierten cagaitos de miedo porque no esta su mama, pobrecitos…
    Ya sabes q estamos para esto así que cuenta conmigo

    Responder
    • Lo que utilizan para medio de contraste he leido que es toxico y peligroso para la salud, sabes si es absolutamente necesario o se puede realizar el examen si inyectar nada?

      Responder
    • Hola quiero compartirles mi experiencia: estoy muy asustada, enojada confundía ni se imaginan estoy de 6 meses y medio de embarazo y me resbalé de las escaleras y caí de pie con todo mi peso en la rodilla lo peor q estoy de visita en un país donde no hablo el idioma.
      Fuimos a emergencia al hospital donde me inmovilizaron y no hicieron nada porqués estaba embarazada me pusieron que visitara a un ortopeda… pasaron 4 días y no podía hacer cita porque no tenia quien tradujera.. al final decidimos ir a otro hospital donde me atendieron y me hicieron rayos x luego entro el dr pusieron traductor al teléfono y dijo q tenía una fractura y querían evaluar más y me mandaron a hacer resonancia magnética, lo primero q pregunte es el efecto al bebé y dijeron que no había ninguno yo acepte… sin saber que era una resonancia al llegar a la sala me asuste y pedí de nuevo un traductor para hablaar con los radiólogos y me volvieron a decir q solo seguían orden del dr y que no hacía daño al Bb con muchas dudas y miedo entré al túnel y no saben cuánto me arrepiento no haber dicho que no porque si creo que fue innecesario me sometieron a mi y al bebé a esa máquina que según investigué puede causar daños a futuro de contraer cancer.
      No me explico porque estando embarazada me sometieron a dos pruebas siendo suficiente los rayos x. Solo me queda esperar y confiar en Dios que mi bebe sea sano y a futuro no tenga problemas de salud

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  3. Animo!!! Seguro q todo está fenomenal. Nuestros bichos fueron unos pequeños grandes milagros desde el segundo 1, y si han salido de otras cosas, de esto también!!! Tranquila (q fácil es decirlo, verdad?) Muchos besos y abrazos «virtuales» 😉

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  4. Espero que todo haya ido bien, y te entiendo a mi me daría miedo y mi sobri nació con tosis parpedal y mi hermana ya esta cansada de perrerias que la hacen 🙁

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  5. Mañana pasare por esta misma experiencia con mi bebe de 1 año 9 meses y estoy muy asustada, agradezco tu experiencia, bendiciones!

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  6. Ya el viernes mi bb de 5 meses pasara por ese examen y estoy muy asustada me da miedo aparte de todo la mandaron al examen por ransnocho no puede dormir ni comer desde las 12 am y ella adora su pechito como decirle q no la podre alimentar tan chiquita tan indefensa

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