Descubre nuestra tienda online para gemelos y mellizos con los mejores DESCUENTOS por LIQUIDACIÓN

Madres de gemelos con 60 años, ¿Instinto maternal, capricho o locura?

Foto del autor

Por Somos Múltiples

Actualizado a

Portada » Archivo » Actualidad » Noticias » Denuncia social » Madres de gemelos con 60 años, ¿Instinto maternal, capricho o locura?

En los últimos años, cada vez son más las mujeres de más de 50 y 60 años que acuden a las técnicas de reproducción asistida en busca de un hijo. Se trata de casos rodeados de polémica que ponen en entredicho la ética de algunos de los profesionales involucrados. La cuestión es, ¿Dónde está el límite?

En el extenso reportaje de hoy conoceremos la historia de ocho mujeres que fueron madres de gemelos o mellizos con 60 años, tratando de comprender las distintas motivaciones que les llevó a tomar una decisión tan sorprendente como rocambolesca. Y también sabremos qué es lo que opinan algunas de ellas años más tarde acerca de la decisión que tomaron, ahora que conocen de primera mano el esfuerzo que implica criar a dos niños de corta edad.

El post de hoy contiene historias sobre el instinto maternal tardío, la lucha sin tregua contra la infertilidad, el síndrome del nido vacío, el insoportable peso del duelo, la lucha por preservar el patriomonio familiar e incluso una historia de incesto genético.

¿Un instinto maternal insuperable, un capricho egoísta llevado hasta sus últimas consecuencias o directamente una manifestación de locura?

 

Que no se me pase el arroz

Carmen Bousada: Madre de gemelos a los 66 años

Carmen Bousada: Madre de gemelos a los 66 años
Carmen Bousada: Madre de gemelos a los 66 años

Empezamos con una gloria patria, la española Carmen Bousada Lara, quien hizo historia el 29 de diciembre de 2006 cuando dio a luz gemelos una semana antes de cumplir los 67 años, convirtiéndose en la madre de edad más avanzada del mundo.

Carmen permaneció soltera durante toda su vida al cuidado de su madre, hasta que esta falleció en el año 2005. O al menos esta fue la excusa que puso para postergar tanto su maternidad, además del hecho de no haber dado con el hombre adecuado. Fue entonces cuando puso en marcha su plan para ser madre, vendiendo la casa familiar para acudir a una clínica de Los Ángeles, en donde mintió acerca de su edad para poder realizarse un tratamiento de fecundación in vitro (la edad límite eran 55 años). Los óvulos y el esperma de los donantes los compró a través de internet.

A Carmen nunca le asustó la posibilidad de fallecer y dejar solos a sus gemelos a una edad temprana, e incluso bromeaba con ver nacer a sus nietos presumiendo que la longevidad de su madre, quien falleció con más de 100 años, sería hereditaria. Siempre confió en que encontraría un padre más joven que cuidaría de sus gemelos o que, en el peor de los caso, el resto de su familia se haría cargo de los niños.

Sin embargo, la realidad, y sobre todo la naturaleza, son muy tozudas, y poco después del parto se le diagnosticó un cáncer que le llevaría a la tumba tan sólo dos años después del nacimiento de sus gemelos. Algunos medios especularon con la posibilidad de que las hormonas administradas para revertir la menopausia que sufría, y los cambios hormonales propios del embarazo, pudieron propiciar la aparición de la enfermedad.

Hasta su muerte, Carmen vivió sola con sus hijos en un apartamento de un solo dormitorio en Cádiz, con una pensión de 600€ al mes, y ayudada por su hermano y su cuñada, quienes rondaban los 70 años. Además contaba con el dinero que el tabloide británico News of the World le ofreció a cambio de una entrevista exclusiva, una cuantía que nunca fue revelada pero presumiblemente bastante elevada.

Sea como fuere, Carmen nunca se arrepintió de su decisión y siempre defendió su derecho a elegir el momento adecuado de ser madre, afirmando que:

«Los hijos hay que tenerlos cuando una considera que es el momento oportuno. Y éste era el momento oportuno para mí. Toda la vida he soñado con tenerlos. La gente puede pensar lo que quiera, pero nadie tiene ningún derecho a juzgarme».

Según declaró la propia Carmen en una entrevista, antes de comenzar el tratamiento no informó a nadie de su familia acerca de sus intenciones, sino tan solo a algunas amigas que no llegaron a tomárselo en serio. Quizá debía haber solicitado, al menos, la opinión de su sobrino, quien desde su muerte afronta la responsabilidad económica y emocional de hacerse cargo de los gemelos Pau y Christian, de ahora 7 años de edad. De momento, su parecer lo desconocemos, ya que nunca ha querido aparecer en ningún medio de comunicación.

 

Carole Hobson: Madre de mellizos a los 58 años

Madre de mellizos a los 58 años
Madre de mellizos a los 58 años

Carole Hobson, de nacionalidad británica y también soltera como Carmen, se convirtió el 25 de diciembre de 2010 en la madre de gemelos más longeva de Gran Bretaña, dando a luz a los mellizos Freida y Matthew.

Carole nunca ha estado casada, y no fue hasta pasados los 40 años cuando comenzó a sentir la llamada de la maternidad, algo que provocó un cisma en su familia, e incluso uno de sus hermanos le acusó directamnente de estar loca. A los 55 años comenzó a someterse a tratamientos de fertilidad. En ese momento mantenía una relación a distancia con un geólogo, quien rechazó tener nada que ver con el asunto.

Los mellizos fueron concebidos en una clínica de Bombay a través de una fecundación in vitro, después de cuatro intentos infructuosos en una clínica chipriota. Allí le implantaron seis embriones, de los cuales se implantaron tres, por lo que se sometió a una reducción embrionaria para reducir riesgos. Carole asegura que se trata de una decisión que le pesará toda su vida, pero que optó por llevarla a cabo temiendo que los bebés nacieran con algún tipo de discapacidad de la que no pudiera hacerse cargo adecuadamente.

Carole no sólo no está arrepentida de haber sido madre a una edad tan tardía, sino que proclama estar decidida a demostrar que su edad no es ningún impedimento para ser una buena madre. Sin embargo, le aconsejaría a cualquier otra mujer que estuviese en su situación que lo meditase detenidamente:

“¿Qué si soy feliz? Estoy muy feliz de poder cuidar de mis mellizos. Me siento llena de amor y muy protectora hacia ellos, aunque estaría bien dormir alguna noche. Sin embargo, estoy convencida de que irá siendo más fácil. (…)

Como otras tantas madres, he tenido momentos en los que he pensado, ¡Dios mío! ¿Qué he hecho? (…) Me siento muy afortunada de tener a Freida y Matthew pero yo le aconsejaría a otra mujer que estuviera en mi lugar que se lo pensara muy seriamente. Después de mi experiencia, creo que un solo bebé hubiese sido mejor que un embarazo múltiple, y también aconsejaría a otras mujeres que fueran madres lo más jóvenes que puedan”.

A pesar de su aparente jovialidad, también reconoce que está sometida a un cansancio extremo que le ha originado incluso problemas respiratorios, toda vez que sufre de un problema de espalda tan severo que cuenta con una tarjeta que le habilita a utilizar las plazas de aparcamiento para minusválidos.

También reconoce haber perdido la cuenta de las veces que ha sido confundida con una entregada abuela que cuida a sus nietos, y cuenta con una nota de amargura como su hija empezó a llamarle “Nanna” (yaya) después de oírselo a la dependienta de una tienda que trataba de ayudarle a calmar una rabieta de la niña. Y nunca olvidará la cara de sorpresa del empleado del control de aduanas de un aeropuerto español, cuando le preguntó su relación con los niños después de pedirle el pasaporte. Admite, pues, que le gustaría parecer más joven para que sus hijos no se avergüencen de ella.

Absorbida por la vorágine de su vida diaria, reconoce no haber sacado tiempo para redactar un testamento ni para decidir cual será el futuro de sus mellizos en caso de que ella falte.

Pero lo que más le pesa a Carole es la soledad, ya que sólo cuenta con la colaboración de sus propios padres, quienes rondan los 80 años y viven bastante lejos de su casa. En este sentido afirma que:

“Mi edad no es ningún problema, pero no me vendrían mal otro par de manos. Obviamente, no voy a comenzar una relación sólo por buscar un par de manos extra, pero si tienes una relación obtienes ayuda. No es el soporte emocional lo que necesito, sino ayuda física.”

El reto ahora es encontrar a un hombre dispuesto a hacerse cargo de dos niños tan pequeños en una edad en que la mayoría de las personas aspiran a disfrutar plácidamente de su merecida jubilación.

 

Janet Maslin-Bosher: Madre de mellizos a los 58 años

Janet Maslin-Bosher: Madre de mellizos con 58 años
Janet Maslin-Bosher: Madre de mellizos con 58 años

Janet Maslin-Bosher, también británica, fue madre de mellizos a la misma edad que Carole Hobson en el año 2002 aunque, a diferencia de la anterior, se muestra mucho más crítica con este tipo de maternidades tan tardías e incluso acusó a Carmen Bousada de tomar una decisión muy egoísta.

“Mis hijos son mi vida y por supuesto no podría vivir sin ellos. Pero a los 58 años es demasiado tarde para convertirse en madre. Debería haber una edad de corte para someterse a un tratamiento de FIV, los 50 años me parece una edad razonable. (…)

Me hubiese gustado tener a mis mellizos antes. Desde luego. Pero estamos aquí y ahora, no puedo cambiar las cosas. Mi mundo gira a su alrededor. Estoy feliz de tener a dos niños tan maravillosos y bien educados.”

Aunque Janet estaba casada cuando concibió a sus mellizos, su marido falleció de un ataque al corazón con 64 años cuando estos cumplieron 5 meses, dejándole sin más medios económicos que su exigua pensión de jubilación.

Sin embargo, Janet también afirma que tener hijos a su edad le ha permitido vivir un montón de experiencias durante su juventud, y que ahora dispone de dos cualidades muy importantes para criar a sus hijos que antes no habría podido darles: Mucho tiempo y mucha paciencia.

 

El síndrome del nido vacío

Frieda Birnbaum: Madre de gemelos a los 60 años

El síndrome del nido vacío Frieda Birnbaum: Madre de gemelos a los 60 años
El síndrome del nido vacío
Frieda Birnbaum: Madre de gemelos a los 60 años

 Frieda Birnbaum, psicóloga de profesión, se convirtió en 2007 en la madre de gemelos más longeva de Estados Unidos, al tener a sus gemelos a los 60 años.

Pero Frieda, a diferencia de las madres anteriores, no es ninguna novata en estas lides, ya que contaba con tres hijos más. El primero de sus hijos, Jaeson, lo tuvo con 26 años, pero ella afirma enérgicamente que se siente con muchas más fuerzas y mucho más inspirada que entonces. Pocos años más tarde llegó su otra hija Alana.

Cuando sus dos hijos se emanciparon rondaba los 40 años y volvió a sentir la llamada de la maternidad, pero tuvo un par de abortos. Entonces decidió acudir a tratamientos de fertilidad y a los 53 años tuvo a su hijo Ari. Según relata su marido, fue una experiencia tan maravillosa que decidieron intentarlo de nuevo. Ella, en cambio, apela a un instinto de maternidad insuperable:

“Tenía esta necesidad biológica que no podía controlar. Cada vez que veía a un bebé, sólo quería cogerlo y salir corriendo con él. Ya sabes, cogerlo y abrazarlo.  Con los años he sentido una necesidad mayor de ser madre que cuando era joven”

Rechazada por los médicos en Estados Unidos, decidió acudir a Sudáfrica, en donde las normas “eran más flexibles”. Con el tiempo reconoció haber mentido acerca de su edad real.

Su hijo Jeason, que a esas alturas ya contaba con dos hijos y quizá intuyendo la responsabilidad que se le vendrá encima cuando sus padres falten, se mostró furioso por la noticia y acusó a sus padres de haberse vuelto completamente locos. E incluso su hijo pequeño Ari se queja de que sus padres se cansan con demasiada facilidad.

Sin embargo, Frieda insiste en que se encuentra mejor que nunca y zanja la cuestión afirmando que está “inspirada y excitada por su nueva vida, más de lo que nunca lo ha estado”.

 

Sheng Hailin: Madre de gemelas con 60 años

Sheng Hailin: Madre de gemelas con 60 años
Sheng Hailin: Madre de gemelas con 60 años

Mucho más trágica que la anterior es la historia de la mujer china Sheng Hailin, quien perdió en 2009 a su única hija de 29 años, debido a una intoxicación por monóxido de carbono. Los familiares de Sheng, al ver lo destrozada que había quedado tras la muerte de su hija, le sugirieron tratar de tener otro bebé para mitigar su dolor.

Después de tres meses de medicación comenzó a menstruar otra vez, ante el asombro de los doctores. En octubre de 2009 le implantaron tres óvulos, y el 25 de mayo de 2010 se convirtió en la madre más longeva de China.

Sheng se muestra muy feliz por su maternidad, aunque apenas ha tenido tiempo para disfrutarla, ya que para poder mantener a sus hijas se ve envuelta en un ritmo de trabajo frenético, viajando por todo el país para dar conferencias. Ello le ha obligado a contratar a dos niñeras para cuidar de sus gemelas mientras está de viaje.

De hecho, esa es su única pena; que siente que sus hijas prefieren estar con sus niñeras debido al poco tiempo que pasan con ella. Aunque Sheng no desiste de trabajar duro para garantizarle un buen futuro a sus hijas, confiando en que algún día, cuando sean adultas, comprendan que todo lo hizo por ellas.

 

Nunca hay que rendirse

Antonia Asti: madre de mellizos a los 61 años

Antonia Asti: madre de mellizos a los 61 años
Antonia Asti: madre de mellizos a los 61 años

Antonia Asti, secretaria jubilada y casada con un carpintero de 55 años, hizo historia en Brasil dando a luz a sus mellizos Sofía y Roberto en octubre de 2007, una semana después de celebrar su 61 cumpleaños. Así es como se convirtió en la madre primeriza más longeva de Latinoamérica.

Otro aspecto curioso de este caso es que los embriones llevaban casi diez años congelados, por lo que los médicos le daban muy pocas posibilidades de éxito.

La historia de Antonia es distinta a las anteriores, ya que en su caso llevaba más de 30 años luchando contra la infertilidad. Y después de años de tratamientos sin resultado, intentó de adoptar a un niño pero también fue rechazada dada su avanzada edad. Pero ella nunca se planteó rendirse, y después de ser madre afirmaba sentirse más joven que nunca después de haber logrado cumplir el sueño de su vida:

“Estoy bien. Me siento perfectamente capaz de criar a estos niños a pesar de mi edad. Creo que alguien debió cometer un error con mi certificado de nacimiento porque yo no me siento como si tuviera 61 años. (…)

He luchado por esto tanto tiempo… Jamás me planteé rendirme. Nunca hemos tenido mucho dinero pero no dejábamos de ahorrar para alcanzar nuestro sueño.”

 

Buscando un heredero

Omkari Panwar: Madre de mellizos a los 70 años

Omkari Panwar: Madre de mellizos a los 70 años
Omkari Panwar: Madre de mellizos a los 70 años

Quien ostenta el record mundial de la maternidad más longeva es Omkari Panwar, una mujer india que tuvo mellizos a los 70 años.

Omkari, casada con un granjero retirado, ya tenía dos hijas y cinco nietos, pero deseaban tener un hijo varón para que fuese el heredero de la familia. Y es que en India, un país profundamente machista, en el caso de las mujeres la herencia familiar pasar a formar parte del patrimonio de la familia del marido.

Para alcanzar su meta, el matrimonio no dudó en hipotecar su tierra, vender sus búfalos, gastarse los ahorros de toda una vida y embarcarse en un préstamo. Pero, definitivamente, sienten que ha merecido la pena, y ambos se sienten muy felices de tener al fin un hijo varón. Esto es lo que contaba Omkari acerca de cómo vivió su experiencia:

El embarazo fue muy doloroso a lo largo de los ocho meses que duró. Pero ya he tenido hijos antes, así que sabía lo que debía esperar. A veces hay que pasar dolor para poder disfrutar de algo bueno. Lo único que importa es que mis mellizos están sanos. Mis hijas tienen un hermano pequeño y mi marido y yo al fin tenemos un heredero. Eso es todo lo que siempre hemos querido.”

Por su parte, el marido de Omkari afirma que se considera un hombre muy feliz y un orgulloso padre, y que aunque el tratamiento le costó una fortuna, al fin puede morirse tranquilo.

 

Jeanine Salomone: Madre de dos niños a los 62 años

Jeanine Salomone: Madre de dos niños a los 62 años
Jeanine Salomone: Madre de dos niños a los 62 años

Finalizamos este reportaje con la retorcida y controvertida historia de Jeanine Salomone, una mujer francesa cuya historia sacudió los cimientos morales del país que la vio nacer.

Jeanine, una mujer soltera decidida y altiva, que presume de conseguir siempre lo que se propone, se embarcó en una lucha sin tregua para preservar el destino de la fortuna familiar, evitando así que el patrimonio acabara en manos de familiares lejanos.

Pero además del deseo de preservar el patrimonio familiar, Jeanine tenía otra obsesión; preservar a toda cosa el legado genético de la familia:

“Lo esencial para mí era que la familia no se terminara con nosotros. Nunca me gustó la idea de adoptar. Yo quería transmitir mi patrimonio genético y siempre he pensado que una leona se ocupa mejor de sus cachorros que de los de otra”

Y así es como comenzó a someterse a diversos tratamientos de fecundación in vitro a los 48 años, usando sus propios óvulos y el semen de su compañero sentimental. Pero los tratamientos no dieron el fruto esperado y, a medida que avanzaba su edad, las puertas de las distintas clínicas francesas se le iban cerrando.

También le pidió que le donara óvulos a una de sus primas pero esta se negó. Entonces decidió que, si no podía usar sus propios óvulos para concebir, utilizaría el semen de su hermano Robert, también soltero y sin hijos, para inseminarse y engendrar un heredero.

Jeanine acudió a EEUU donde los médicos, al ver que los dos futuros padres se apellidaban igual, dieron por hecho que se trataba de un matrimonio. Después de sufrir un primer embarazo ectópico, decidió contratar también a una madre de alquiler para aumentar las probabilidades de éxito. Tres embriones fueron implantados en cada una de estas mujeres y, como resultado, se originaron dos embarazos simultáneos.

Jeanine y su hermano Robert no son padres de mellizos pero casi, ya que sus dos hijos nacieron en el año 2001 con tres semanas de diferencia y un océano de por medio. De hecho, fue la propia Janine la que convenció a su médico para adelantar la fecha de su cesárea, con el fin de que ambos nacimientos no coincidieran.

El escándalo saltó a la opinión pública cuando fue a registrar a su hijo y el funcionario de turno, al ver la avanzada edad de la madre, avisó a las autoridades, quienes están bastante más preocupadas por la salud mental de la familia que por la edad de la madre.

Aunque acaudalada, se trata de una familia bien conocida por las autoridades, que han tenido que mediar en muchas ocasiones en peleas familiares. De hecho, Robert tampoco da muestras de tener un carácter muy equilibrado, ya que, por ejemplo, en 1995 intentó suicidarse pegándose un tiro en la cabeza con un fusil de caza después de una discusión con su hermana, y como consecuencia presenta una discapacidad importante.

A tenor de los que conocen a la pareja de hermanos, se trata de una relación patológica de dependencia mutua. Estas personas también declaran que no es una cuestión de azar que Jeanine nunca haya encontrado un marido, ya que tiene un carácter extremadamente difícil. Una muestra de esto es como se pronuncia en relación a los rasgos de su hija, morena con ojos oscuros, a pesar de haber seleccionado una donante de rasgos nórdicos: “La falta de profesionalidad de la agencia es irritante”.

¿Y cómo van a explicar esta retorcida historia a los niños cuando estos sean adultos? Janine no le da ninguna importancia a esta cuestión y afirma que:

“Se lo explicaremos todo. Confiamos en su inteligencia para comprender y aceptar. Les diremos que no hay nada más natural que tener un hijo y que por tanto no tiene nada de malo haberles concebido así, puesto que existe la técnica médica para hacerlo”

Janine, a pesar del escándalo que rodea su maternidad, se muestra orgullosa de ser diferente, y así es como se pronuncia con respecto a la cuestión del incesto genético de sus hijos:

“Todas estas críticas no son más que la manifestación de quejas judeocristianas por la desacralización del misterio y del nacimiento de la vida. Y si con mis actos, conscientes y responsables, he hecho saltar por los aires un tabú típicamente francés, pues mucho mejor”.

 

 Fuentes:

 

También te puede interesar

[srp widget_title_hide=»yes» post_limit=»8″ post_content_length=»30″ post_content_length_mode=»words» post_date=»no» post_author_url=»no» post_category_link=»no» post_include=»5409,6952,3949″ post_include_sub=»yes» title_string_break=»» string_break=»…Seguir leyendo →» nofollow_links=»yes»][srp widget_title_hide=»yes» post_content_length=»30″ post_content_length_mode=»words» post_date=»no» post_author_url=»no» post_category_link=»no» post_include_sub=»yes» tags_include=»ser-madre» title_string_break=»» string_break=»…Seguir leyendo →» nofollow_links=»yes»]

Madre de mellizos prematuros que un día decidió abrir un blog para compartir su (in)experiencia personal con otras madres. Administradora de Somos Múltiples y de la tienda para gemelos y mellizos Tot A Lot. Prometo hacer todo lo posible para que paséis un rato entretenido en mi intento de acercaros al maravilloso mundo de la crianza múltiple; un mundo rodeado de mitos en donde tanto los retos como la satisfacción se elevan al cuadrado.

Suscríbete a nuestra newsletter

Únete a nuestra comunidad y no te pierdas ninguna de nuestras publicaciones

34 comentarios en «Madres de gemelos con 60 años, ¿Instinto maternal, capricho o locura?»

  1. Una mezcla entre locura y capricho, con 60 años criar aunque sólo sea un niño me parece anti natural, no solo porque ya no se tiene el mismo aguante, la misma capacidad, agilidad… Sino tambien porque cuando esos mellizos tengan 15 o 20 años tendrán una abuela y no una madre. Ahora bien, lo digo desde el respeto y por supuesto esto no es más que mi humilde opinión

    Responder
  2. A mi sinceramente me parece algo descabellada la idea, muy aparte de cual sean sus razones para concebir un bebe a esa edad se debe pensar primero en los bebes que se traerán al mundo, quien los educara alimentara vestirá etc si esa madre llegara a faltarle, es sabido que no muchas personas llegan a mas de 70, y no es justo que por el deseo de ser madres sea cual sea la razón no se tomen en cuenta las necesidades de esas pequeñas personitas indefensas.

    Responder
  3. Yo pienso que depende. Si la mujer no ha podido tener hijos antes y su instinto no ha muerto, pues creo que no es locura. Pero si es por capricho, habiendo tenido niños antes, me parece una temeridad…pero supongonque en todos y cada uno de los casos, lo habrán meditado y supermeditado, y d8go yo, que tendrán gemte que las ayude…aunque creo que ser madres las rejuvenecerá…

    Responder
  4. Lo primero creo que hay que leer el post entero antes de comentar…
    Lo segundo, gran trabajo nena, genial el post de pe a pa…
    Y tercero, en parte entiendo a cada una estas mujeres (bueno la última noo) las ganas de ser madre son muy fuertes, más cuando nunca lo han sido…yo quiero repetir después de 3..
    Un abrazo guapa..

    Responder
  5. Esto es el yo puedo mas q la naturaleza…el no pensar en la vida de las criaturas q van a nacer…el yo hago lo q se me pone en el moño….dicen mis abuelas q la natuealeza es sabia y por eso te da los hijos joven.

    Responder
  6. Lei todo y hubo desde lo conmovedor hasta lo indignante (la última historia)… buenísimo post! Particularmente ni siquiera aspiro a llegar a más de 50 años así que me propuse hacer las cosas al revés y ser madre joven (que igual te trae críticas duras). Coincido con la mujer que recomendaba pensárselo bien, ser mamá es algo duro a cualquier edad y de múltiples… bueno, hay que considerar las circunstancias y jamás pensar que se tiene la vida comprada.

    Responder
  7. Me parece que son actos egoístas porque no piensan en esas criaturas que van a depender de ellos los próximos años. No creo que lo hayan pensado muy bien además si a las madres jóvenes ya nos cuesta no me imagino con 30 años más. Mi madre tuvo a mi hermana pequeña con 44 años y ella siempre dice que menos mal que mis hermanas mayores la ayudaban porque el cuerpo ya no responde como con 20 o 30. Sólo espero por el bien de esos niños que estas madre vivan más que la pobre gaditana que solo los disfruto unos pocos años.

    Responder
    • Principalmente un Síndrome de nido vacío sin superar. No me sorprende que en la mayoría de los casos esto pase con mujeres solteras (sin que nadie las ayude o sin que tengan marido o pareja). Si una persona hace un plan de pensiones para tener una garantía mínima para cuando llegue a la vejez, deberían existir otro tipo de planes económicos que sirvan de sustento a los hijos paridos a partir de ciertas edades (que no podrán sostenerse por sí mismos al ser menores de edad). Y que esos planes incluyan algún tipo de apoyo psicológico a los futuros hijos.

      Responder
  8. Realizadoras de su vida, cumplidoras de sus metas…en definitiva mujeres valientes viviendo su vida…bravo por esta mama y por todas aquellas q viven su vida sin importar los prejuicios de las demás, enhorabuena

    Responder
  9. Pues no se que decir. Quién soy yo para juzgarlas? Pero en mi opinión es egoísta e irresponsable. Y hacerlo por preservar la fortuna familiar, etc… Locura absoluta!
    Por otro lado entiendo ese instinto, soy madre de mellizos y es lo más grande que me ha podido pasar como mujer.
    Yo les deseo mucha felicidad y mucha salud.

    Responder
  10. Yo tengo 30años,madre de un niño y otros 2q vienen en camino,yo me quede sin madre a los 16años y OS puedo garantizar qno se lo deseo a mis hijos ni a nadie,es muy duro no tenerla al lado ya con esa edad….imagínate como se sentirán esas criatuaturas cuando falte su madre tan pequeños, no lo van entender nunca….

    Responder
  11. Conozco a una madre que tuvo un par de gemelos con 64 años y se hizo el tratamiento fuera de España porque aquí le ponían pegas. Cuando creció la niña, esta le preguntó que por qué la había tenido tan tarde, ya que veía que sus compañeros de colegio tenían madres mucho más jóvenes, y ella le respondió: para ayudar a mamá y cuidarla. Así, a palo seco y diciéndole eso a una niña de 9 años. Lógicamente, la niña a veces tenía que cuidar a la madre desde pequeñita y se perdía muchas cosas con sus compañeros de clase. Era como una adulta en cuerpo de niña.
    ¿A vosotros os parece normal? Porque a mí, no. Un niño no es una criada y muchas madres no superan el Síndrome de nido vacío.
    Patricia Sanchez, te respondo bastante tarde ya que tu comentario es de 2015, pero por si me lees de casualidad: me gustaría saber la opinión del sobrino de esa mujer, al que le «encasquetaron» los dos hijos. Porque me da que nadie más de la familia de esa mujer pudo (o quiso) hacerse cargo. Si le preguntamos a ese hombre que responda con sinceridad si él de verdad quería tener esos «hijos» igual no nos sorprende la respuesta. ¿Qué le van a decir a esos niños sobre su madre cuando se pregunten por qué ya no está? ¿Como van a crecer igual sin una figura materna?

    Responder
  12. Mi tía tuvo a mi prima a los 52 años ¿sabéis quien cuidaba a esa niña? Yo, desde muy pequeña. Por una parte es una experiencia más y porque empecé a hacerlo como un simple favor familiar, pero la cosa se desmadró. Digamos que acabé un poco hasta el higo de ejercer de cuidadora desde los 8 años. Y mis padres no podían ayudarle mucho, porque estaban a tope de trabajo y llegaban reventadísimos. No hay la misma condición física y aguante a ciertas edades. Es muy fácil ponerte a tener hijos, pero lo que venga después, pues….

    Responder

¿Y tú qué opinas?

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Share via