Hace exactamente tres semanas que hemos desterrado de la vida de mis mellizos ese objeto diabólico denominado chupete. Y aunque aún es pronto para cantar victoria, creo que esta vez al fin lo hemos conseguido. Hoy os cuento como lo hicimos y por qué.
El primer intento de retirar el chupete fue en Navidad. Ilusa de mí, pensé que podía revestir ese momento de tintes democráticos y convencer a mis mellizos para que lo dejasen por su propia voluntad, así que les ofrecí colgarlo en el árbol de Navidad como ofrenda a su querido Papá Noel, en agradecimiento a todos los presentes recibidos.
Mi hijo me miró con incredulidad manifiesta y ni siquiera se detuvo un momento a considerar seriamente la propuesta. Mi hija, por su parte, siendo la fan número uno de Papá Noel, no lo dudó y alargó el brazo hacia el árbol, pero en cuanto vio la actitud de su hermano abortó la maniobra sin contemplaciones.
Y entonces se quedaron los dos mirándome muy seriamente e hicieron un gesto de rechazo hacia los regalos. ¿Qué clase de niños, en su sano juicio, rechazarían una cocina de juguete de tamaño natural a cambio de un sucio y estropeado trozo de caucho?
El segundo intento tuvo lugar en Semana Santa. Dado que no éramos capaces de conseguir que mis mellizos dejasen el chupete, decidimos conformarnos con racionalizar un poco el uso y relegarlo al horario nocturno. Pero esta medida tampoco funcionó.
Dejar el chupete parece ser tan difícil como dejar el tabaco; casi nadie tiene la fuerza de voluntad suficiente como para comprometerse a fumar sólo dos o tres cigarros al día el resto de su vida. O lo dejas, o no lo dejas, no hay término medio. Y así fue, el pacto funcionó durante un par de días, pero después todo volvió a ser como antes.
¿Y por qué tanto empeño en quitarle el chupete a mis mellizos, os preguntaréis? Pues, básicamente porque interfería y condicionaba todas sus actividades. No querían comer, porque no querían soltar el chupete. Apenas hablaban, porque preferían mascar el chupete. Si se les acercaba un niño en el parque, se ponían nerviosos porque pensaban que les iba a robar el chupete y gritaban “¡Es mío!”. Y no había noche en que no se despertase uno de ellos llorando a moco tendido porque no encontraba el chupete.
Además, mi hijo se había vuelto cada vez más selectivo y maniático, y sólo toleraba un chupete determinado de una marca y tamaño concreto. Recuerdo el drama que se montó el día que lo arrojó al suelo enfadado y se rompió. De tal magnitud fue la tragedia que hubo que salir corriendo a la farmacia a por otro chupete exactamente igual que no fuimos capaces de encontrar. Así que le trajimos un chupete igual que el suyo pero con la tetina de un tamaño ligeramente superior, y por supuesto lo rechazó de forma contundente. Finalmente, capeamos el temporal arreglándolo con pegamento, una solución muy poco higiénica propia de unos padres agotados y desesperados.
Y así fue como llegamos al aciago viernes 7 de junio. Cuatro de la mañana. Mi hijo tira el chupete enfadado porque no puede dormir, y de forma inexplicable el chupete desaparece para siempre en la infinidad de su dormitorio. Lo buscamos por todas partes sin resultado. Mi hija, agobiada por el escándalo, se va a dormir a nuestra cama.
Hacemos un improvisado inventario doméstico de chupetes pero mi hijo no quiere ningún otro. Tratamos de razonar con él pero tampoco funciona. Hora y media después tratamos de llevar al niño a la cama a dormir con nosotros. Sigue gritando como un poseso. Nos caemos de sueño y seguimos tratando de calmarle como podemos. Sobre las 7 de la mañana caemos todos rendidos a los brazos de Morfeo, incluyendo a mi hijo que se queda dormido sobre mis pies en una postura de todo menos cómoda. Menos de una hora después suena el despertador y, por supuesto, no hay quien despierte a mis mellizos para ir a la guardería.
A la una de la tarde llego a la guardería, en donde hace mucho tiempo que se han acostumbrado a entregar voluntariamente su chupete a la profesora en la entrada. Mis mellizos me piden el chupete. Lo primero que me dice la profesora es que qué pena que lo usen tanto, porque en la guardería no lo necesitan en absoluto y no paran de hablar. La miro estremecida y recuerdo indignada la horrible noche que hemos pasado. Esa era justo la señal que necesitaba. ¡Hoy mismo se acabo el maldito chupete!
Mis mellizos vuelven a reclamar su chupete. Respiro hondo y trato de articular una excusa improvisada. Lo primero que se me ocurre es decir que lo tiene Papá Noel, pensando que sería menos traumático para ellos que lo tuviese un personaje que tanto admiran, pero mi hija se enfada y empieza a decir que Papá Noel es malo.
Suspiro. ¿Qué hago? ¿Les doy el chupete y me olvido del asunto por el momento? ¡No puedo rendirme tan pronto! Rectifico y les digo que en realidad lo tiene la estrella Twinkle (por eso de la canción de Twinkle, Twinkle Little Star que les encanta), que ahora que ya no son bebés me ha pedido los chupetes para dárselos a otros niños que lo necesitan. Mi hijo me mira sorprendido y mi hija protesta ligeramente. Le digo que si echa de menos al chupete siempre puede mirar al cielo, buscar a Twinkle y enviar un saludo.
Aguanto la respiración temiéndome lo peor pero no ocurre nada. Les cojo de la mano y andamos hasta el coche. En mi afán de distraerles no puedo parar de hablar en casi dos horas. Estoy tan agotada que me temo que mi voluntad va a flaquear ante la más mínima protesta, así que mi objetivo es que no piensen en ello para nada.
Llega la hora de la siesta. Me piden el chupete con total tranquilidad y les vuelvo a decir que lo tiene Twinkle. Saludamos a sus chupetes por la ventana. Tardan una eternidad en dormirse porque están algo nerviosos (y también muy cansados por la noche tan movidita que hemos pasado) pero no lloran ni nada. Salgo de la habitación con el alivio y la satisfacción de un general que ha ganado una importante batalla.
Desde entonces, mis mellizos sólo han pedido el chupete un par de veces, y se han conformado rápidamente con nuestras explicaciones. Ha sido increíblemente fácil (de ahí mi reticencia a cantar victoria) y durante el proceso no han soltado ni una sola lágrima. Su comportamiento durante las comidas ha mejorado muchísimo. Ya casi no se despiertan en medio de la noche. ¡Y no paran de hablar ni un minuto! ¡Incluso charlan entre ellos y hacen frases completas! ¡Hasta mantenemos pequeñas conversaciones!
A veces las cosas son mucho más fáciles de lo que pensamos. Y ahora a por el siguiente reto: La operación pañal. Esto no se acaba nunca…
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jajaj porque objeto diabolico? XD se ven tan lindos con chupetes los bebes
Felicidades,no veo el momento, no me siento con fuerzas ni de plantearlo!! Solo lo utilizan para dormir pero con Olivia pasamos tres días infernales. Explicamos que sólo podía utilízalo por la noche, se cabreó tanto que decidió que no lo quería. Eso sí se acabaron las siestas…
Oh no, las siestas no!!! Si salen a mí seguirán echando siesta con 34 años 🙂
Las mias lo dejarom hace un año casi, osea con casi dos años. Un dia….se los kite y les dije q se lo habian llevado las hormigas… Lo pedian alguna vez, o si se caian estábamos a punto d darselo…y sobrevivimos!
¿Por qué las hormigas? Por curiosidad… Yo es que no sabía que decirles la verdad
Enhorabuena!!!!! Mis mellis nunca quisieron coger el chupete, mira que lo intenté los primeros meses pero nada, ninguno de los 2 lo quiso, es más, les entraban arcadas de angustia. Así que el capítulo «dejar el chupete» me lo salto!
Que maravilla, felicidades!!!! Mis mellizos lo utilizan solo para dormir, pero como se le pierda uno entre las sabanas vengaaa a llorar. Cuanto tiempo tienen tus mellizos?? los míos tienen 17 meses pero cojo tu experiencia para cuando me toque poder aplicarla. A mi marido y a mi nos ha encantado tu post. Un fuerte abrazo.
Hola Elisabeth, los míos cumplen 3 años en agosto. Yo pensé que iba a ser una experiencia horrible pero la verdad es que se han olvidado pronto del tema, así que ánimo!
Elizabeth estamos mas o menos en las mismas, los mios tienen 20 meses. Y solo x las noches pero es un suplicio q se pierda un chupete!
Jajajajaja este post no me lo pierdoooo
Tranquila que os seguiré comprando cosillas 🙂
Pues no recuerdo exactamente…. Se que ese dia habia hormigas en algun sitio y no se querian arrimar o algo asi…. O q tocaban el boton para encender y apagar la tele y les dije q habia hormigas y dejaron de hacerlo y aprobeche…. Algo asi jejejeje
Mis gorditos lo dejaron justo al cumplir 2 años y fue sencillo: llevaron los chupetes a la guarde, y Nico, la mascota se los «llevo», ni una lágrima ni una mala noche, Nico para ellos es Dios así q todo lo q hace esta bien, aunq sea llevarse los chupetes!! Con el
Pañal hemos hecho lo mismo y genial!!!
Si a alguien que está en este proceso le sirve de ayuda el de mi hija se lo llevó el Ratoncito Pérez y le dejo un regalo a cambio. Asi aunque fue duro lo dejo más ilusionada. El ratón nos visitaba constantemente a llevarse dientes de su hermano mayor y aprovechamos una de sus visitas. Tenia tres años
Gracias por tu experiencia Eva. Yo también traté de hacer algo así pero no entendían la dinámica del proceso, supongo que en tu caso al tener un hermano mayor fue más fácil.
A nosotros un pediatra nos recomendó que le cortáramos la punta y que así se les acabaría la gracia de chuparlo y funcionó. Una lo dejó de inmediato, a la otra le costó un poco más así que se lo cortamos un pelín más y listo adiós chupete. Lo dejaron con 2 años 7 meses 🙂
Mis mellizos tienen mes y medio, (en realidad 38 semanas, que nacieron cuando cumplí la 32 de gestación), y no lo quieren. El niño ni oler, también le dan arcadas, y eso que en neonatos le calmaban muchas veces con la tetina. La niña sólo lo engancha cuando le entra hambre entre toma y toma, pero lo suelta sola. De todas maneras, el pediatra me dijo que si lo cogieran no lo usáramos más de un año.
Mis hijos nunca lo quisieron, lo intente y como vi q no lo querían pues desistí, para mi mejor porque soy ortodoncista y sabía de los riesgos
Uyy los mios jamas usaron y creo q me hubieran ayudado harto si los usaran peronlo tiraban lejos…
A los mios no les costó nada!!!
A los 18-20 meses fuera y de un dia para otro!! Empece dejándolo una buena temporada solo de noche
Que bien!!!! Yo a los mios con 14 meses los acostumbré q solo hay chupete en la siesta y la noche… Pero tienes razon eso de despertarse y pedir chupete de madrugada es una noche si y otra también! Ahora tienen 20 meses? Cuando me recomendáis que se lo quite? Hablar no hablan me salieron vagos, uno dice palabras sueltas, el otro mama y cuando llora…. Gracias
Me encanta el blog!!!!
Pues yo mira que intento que lo cojan, y nada. Les da arcadas! Sería muy útil para algunas barraqueras
Pues yo a mi hijo en los carnavales le dije que se lo había llevado una bruja. Y hasta el día de hoy!
Mis hijas solo lo usan para dormir, ahora acabo de conseguir quitarles el pañal a las 2 (a una se le resistía), así q me esperare a q se afiance el tema pañal y la próxima misión será el chupete…
por desgracia los mios son de chuparse el dedo , llevo ya un tiempo intentando convencerles que abandonen el habito pero no funciona , ya tienen 7 años espero que en este año lo consiga. enhorabuena por tu exito y tu paciencia .
Bárbaro! estupendo.
Qué bien que te librases de eso.
Yo con mi primera fue el corte en la retina y fue cómo la seda.
Con la segunda….Lo he intentado pero es que está súper enganchada y fue en vano, estoy me salga bien….y con las gemelas ya os contaré cuando llegue pero le temo tb.
Felicidades por tu logro
Qué bien!!! Una cosa menos de las gordas que te queda! Nosotros le quitamos a N. con 2 años pasaditos, las otras dos no usaban, y le cambió un poco el carácter y el sueño, la verdad… luego volvió poco a poco a su ser, pero nunca igual que antes…
Qué bien!!! Una cosa menos de las gordas que te queda! Nosotros le quitamos a N. con 2 años pasaditos, las otras dos no usaban, y le cambió un poco el carácter y el sueño, la verdad… luego volvió poco a poco a su ser, pero nunca igual que antes…
Ohhh, que bueno, felicitaciones amiga!!! Leí muy interesada el artículo porque lo que nos pasa con el chupete es bastante similar, a excepción de la comida, que para ello sin dudar se lo sacan! Aunque en nuestro caso, el destierro del chupete lo veo muy lejano, es realmente un objeto de pacificación familiar! no se realmente como será ese proceso de transicion, espero que nos sea tan fácil, tal vez sea cuestión de improvisar como en tu caso…. Beso grande!!!!
Soy mama de cuatro peques,una niña de 4 años,mellizos chico y chica de 2 años y un bebe de 10 dias.
Antes del nacimiento del bebe pusimos la norma de que solo se podia usar el chupete en casa,y cuando saliamos afuera me lo daban sin protestar.
Hace un par de dias,mi melliza estaba corriendo por casa se cayo,y su tete volo de la boca y fue a parar al WC,se levanto y dijo -tete asco- y desde ahi no lo quiere ni ver pintado,lo dejo por completo.
Le ofrecimos otros nuevos pero se nego.
Con decirte que su hermano mellizo aun lo usa,pero cada vez que ella lo ve se agarra tal cabreo que hay que verla.
Su hermanito pequeño tambien lo usa,pero a el no le dice nada,imagino que como lo ve tan quieto debe pensar que no corre riesgo,jejejeje.
Tener multiples es toda una aventura, por suerte el capitulo «retirada del chpete» lo cerramos rapido,por lo menos con la niña,a ver como nos va con el melli,espero que iguar de facil.
Saludos de una mami multiple a otra