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Un globo lleno de amor

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Por Somos Múltiples

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Réplica exacta del globo pófugo
Réplica exacta del globo prófugo

Era su tercer cumpleaños. Su abuela había traído dos enormes globos de helio para ellos. Uno, para ella, con la cara de Minnie Mouse, y otro, para su hermano mellizo, con la cara de Mickey Mouse.

Los globos causaron expectación entre los hermanos ya que eran, ni más ni menos, ¡Sus personajes favoritos!

La familia, conocedora de la tendencia a desaparecer repentinamente de los globos de helio, los ató fuertemente para evitar un disgusto infantil. Pero nuestra protagonista, haciendo gala de la férrea determinación propia de su fuerte carácter, insistió una y otra vez en responsabilizarse personalmente del destino de su globo.

Y su madre pensó, acertadamente o no, que al fin y al cabo era el día de su cumpleaños y en una fecha tan señalada no había razón para contrariarla.

Así que esta pequeña niña, tan orgullosa como despistada, al fin logró tomar el control de su ansiado globo y se dedicó a pasear ufana con él. Varias veces fue advertida de que debía ser más cuidadosa y mantener el globo atado a su muñeca, pero ella se negaba iracunda.

Y al final ocurrió lo que todos tanto temían: En un momento de descuido su precioso globo alzó el vuelo reclamando su libertad, y acabó desapareciendo entre los tejados de las casas vecinas.

Acto seguido nuestra protagonista, después de contemplar con incredulidad lo ocurrido, se dejó caer en el cesped e irrumpió en un llanto inconsolable. Los asistentes al cumpleaños se miraron unos a otros, impotentes, sin saber muy bien como consolar a la pequeña princesita cumpleañera.

Entonces llegó su hermano, cogió de la mano a su madre y la llevó hasta donde estaba atado su globo de Mickey. «Quiero soltarlo«, le dijo. «¿Estás seguro?«, le contestó ella, «mira que va a salir volando y va a acabar desapareciendo como le ha pasado a tu hermana hace un momento«. Él asintió afirmativamente, así que a su madre no le quedó más remedio que acceder a su petición.

Tras el primer intento de soltar el globo de Mickey, su madre lo atrapó de un salto y le volvió a preguntar si estaba seguro de la decisión que había tomado. «¡Que sí!«, respondió él, con una madurez inusitada. Así que ambos liberaron al globo y observaron como recorría el mismo camino que su antecesor, desapareciendo en el horizonte. Su madre le miró, aún temerosa de su reacción, pero curiosamente más que arrepentido parecía satisfecho.

Entonces él se dirigió a su hermana y le dijo «Mira C., mi globo de Mickey se ha ido con tu globo de Minnie«, y ella, aún entre lágrimas, asintió y esbozó media sonrisa. Los dos hermanos se miraron con complicidad y las lágrimas de la princesita cumpleañera dieron paso a la serenidad de aquel que sabe que, en los peores momentos, siempre tendrá un compañero dispuesto a renunciar a lo que haga falta para verla feliz.

 

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Madre de mellizos prematuros que un día decidió abrir un blog para compartir su (in)experiencia personal con otras madres. Administradora de Somos Múltiples y de la tienda para gemelos y mellizos Tot A Lot. Prometo hacer todo lo posible para que paséis un rato entretenido en mi intento de acercaros al maravilloso mundo de la crianza múltiple.

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50 comentarios en «Un globo lleno de amor»

  1. Estos enanos siempre nos sorprenderán, tienen un vinculo que solo ellos comprenden, un lenguaje que solo ellos dos entienden y una complicidad, que estoy de acuerdo contigo, a veces da un poco de envidia, de la sana, claro 🙂

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  2. Estos enanos siempre nos sorprenderán, tienen un vinculo que solo ellos comprenden, un lenguaje que solo ellos dos entienden y una complicidad, que estoy de acuerdo contigo, a veces da un poco de envidia, de la sana, claro 🙂

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  3. Que bonito! Ese vínculo es increíble. Hoy mis peques me han sorprendido tambien: a la entrada de sus respectivas clases y haciendo la correspondiente fila para entrar, cuando han empezado a avanzar se han llamado el uno al otro para decirse adiós Diego, adiós Pablo y después ya se han girado los dos para decirme adiós mama. Casi me los como a besos allí mismo

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  4. Que bonito! Ese vínculo es increíble. Hoy mis peques me han sorprendido tambien: a la entrada de sus respectivas clases y haciendo la correspondiente fila para entrar, cuando han empezado a avanzar se han llamado el uno al otro para decirse adiós Diego, adiós Pablo y después ya se han girado los dos para decirme adiós mama. Casi me los como a besos allí mismo

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  5. Qué maravilla tener un compañero que te conoce tan bien 🙂 genial por el hermano!!

    Para la próxima, comprar un llavero, una figura (o reutilizarlo) y darle el globo ya bien atado al llavero o figura, como si viniera así de la tienda, y explicar que hasta que el globo no se desinfle no se puede quitar la «cuerda/cinta», quizás sea el momento de pedir un deseo y cortarlo, pero no antes! Sino no se cumple 😉 debe ser cuando ya el globo deja de flotar. Así, aunque los peques suelten el globo, como lleva el peso del llavero o muñeco, se queda en el suelo

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  6. Q pasadaaaa! Se m ha saltado una lagrimilla…. espero q mis gemelos tengan esa complicidad tan especial! Aún son pequeños, sólo tienen 11 meses y ya se reclaman el uno al otro….. y cuando se miran sonrien…. <3 <3

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  7. Q linda historia, me resulta gracioso y hermoso que justo ayer mis mellizos de 3 años vivieron algo similar, a Luis se le fue volando su globo por la ventana de casa y David le dijo «tranquilo mano este es de los dos y de inmediato Luis dejó de llorar y se pusieron a jugar por toda la casa con el mismo globo».

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