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¿Les voy a querer por igual? me preguntan muchas embarazadas, aún confusas por la noticia del embarazo gemelar. Si ya es difícil imaginarse la vida con un bebé, la vida con dos aún lo es más.
Pero, sí, se quiere a los dos de modo incondicional. Me lo contó Daniela, madre de mellizas de 9 meses:
“Me pusieron sobre mi pecho la niña que había nacido primera. La miré y pensé ‘sí, eres tal como me había imaginado, eres mía’. A la media hora me dieron mi otro bebé. Una niña completamente distinta, pero sentí lo mismo hacia ella: ‘sí, también eres mía’.
El vínculo con dos bebés va de uno en uno, según afirma John Bowlby, psicólogo y experto en el tema. Es posible que con uno surja algo más fácil; quizás porque se parezca más al bebé imaginado o porque sea menos frágil. Pero el tiempo se encarga de poner las cosas en su sitio. Al cuidar de ellos vas conociéndoles y terminarás queriéndoles; a cada uno de una manera especial y única, distinta en algunos aspectos, pero no en cuanto al amor.
Y una vez que nacen, empieza la tarea de repartir tu atención. Un tema espinoso: muchas madres sienten que nunca dan suficiente, siempre falta tiempo o uno recibe más a costa del otro. No pocas veces les causa sentimientos de culpabilidad. Es importante tener en cuenta que esa situación es inherente al hecho de ser madre (o padre) de múltiples. Tendrás que ‘dividirte’ siempre.
No existe una solución para ello, pero aceptarlo ayuda. Y también el buscar momentos para disfrutar de cada uno por separado. Cuando el papá se ocupe de uno o la abuela se ofrezca a pasear con uno, podrás dedicarte sin prisas al otro. ¡Qué gozada! La próxima vez le tocará al hermanito. Y si uno te reclama más, dale esta atención, ya que sus necesidades suelen ser distintas. Es, además, bastante probable que este patrón cambie con el tiempo.
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Éstas son las cosas que una necesita leer durante el embarazo, las que te dejan tranquila, y las que dan pautas sencillas.
Definitivamente, adoro a mis tres hijas. Desde la primera vez que las tuve en brazos, cuando la sensación fue de una increíble necesidad de protección, hasta hoy en día, que la sensación hacia cada una de las tres es distinta, aunque impregnada del mismo amor. Una me inspira más ternura, es sensible y cariñosa, pero más independiente. Otra me hace alucinar con lo imcreíble que es su imaginación y su capacidad infinita de divertir a sus hermanas. Y la tercera me hace ver el orgullo de una hermana mayor, cuida de las otras, les «habla» y tranquiliza si lloran… Y entre las tres hacen un ramillete perfecto que se complementa. De la misma forma, en general (no siempre, eso sería un chollo) ellas solicitan atención según la necesitan y no siempre es a la vez, por lo que me permite bastante bien ofrecer a cada una lo que necesita en cada momento. A tí te acuno un rato antes de dormir, a tí te leo un cuento por la tarde, y a tí te canto que te encanta mientras te doy la cremita después de la ducha, aunque tardemos un poco más…
Gracias a las dos!
Me encanta tu descripción de cómo repartes tu amor entre tres tesoros. ¡Gracias!
Estaba deseando que comenzara esta sección… Enhorabuena!
Me ha encantado la primera colaboración ¿Que multimami no ha tenido alguna vez esta sensación?
Que cierto, mi experiencia muy linda, cuando me pusieron en mi pecho a Agustì pasò algo muy curioso con su mano tan pequeña me hacia un hola y el pediatram dijo mira te saluda y se cogiò tan fuerte y con Jesùs igual fue tan hermoso, nunca lo olvidarè.Al màs fràgil le das màs atenciòn pero eso no significa que lo quieres màs, son diferentes n sus necesidades y capacidades pero al irlos conociendo poco a poco y ver sus primeras sonrisas como te derrites. El amor es igual, es cierto aunq las neceesidades sean diferentes de cada el amor es igual para ambos.
Durante todo mi embarazo me pregunte lo mismo. Y mas aun teniendo ya un nene de 9 años que amo con toda mi alma. Los amaré igual que a el? Pero desde el momento que los senti llorar mi corazón se volvió loco de amor. Daría mi vida por los 3. Thiago es el mayor, Pedro y Renata mis mellis de 3 meses. Mis amores por siempre.
Que suerte poder contar con esta colaboradora tan extraordinaria! Enhorabuena!!!
Cuando nacieron los peques he de decir que me volqué en el niño, porque era el más frágil y delicado y tenía mayores necesidades que su hermana, siempre me preocupó que este hecho propiciara que se creara un vínculo mayor entre él y yo…. pero a medida que empezaron a crecer cada uno iba demandando mi atención en momentos muy concretos y yo respondía a esa demanda al inmediato.
El estar solos viviendo en esta ciudad hizo que no pudiéramos recurrir a ayuda y que tuvieramos que hacerlo todo entre su padre y yo, pero ahora que ya tienen dos añitos hemos establecido como rutina dedicarnos una tarde completa cada uno a un niño, de este modo papá se va con uno a dar un paseo y yo aprovecho con el otro en casa, y vamos rotando…
Me parece genial que puedas contar con la colaboración De Cooks Fenstra, enhorabuena…
Gracias por tu comentario. Es reconfortante leer todas las respuestas, entre ellas la tuya.
si se puedse porque cada uno es diferente cada uno es especial
Gracias a todas por vuestros comentarios. Yo la verdad es que es un tema que nunca me planteé porque siempre di por hecho que les querría igual a los dos. Sin embargo, a la hora de la verdad, me costó más establecer el vínculo con mi hija por las circunstancias en las que estaba (dos meses de ingreso en la incubadora). Pero eso me lo guardo para una entrada que tengo pendiente ja ja Al final el tiempo lo pone todo en su sitio 🙂
En cuanto al otro tema que saca Coks, a mí personalmente también me cuesta aceptar que uno sea más demandante que el otro porque es como si estuvieses dejando de lado al otro, pero es cierto que tienen necesidades muy diferentes y si uno es más independiente que el otro y necesita menos atención supongo que es porque debe ser así. Y es verdad que esto cambia con el tiempo porque hace un año era al revés.