Mientras que cerca de un 10 por ciento de las madres que dan a luz a un solo bebé sufre una depresión posparto, en el caso de las madres de gemelos, mellizos, trillizos o más este porcentaje se eleva a un 20 % (es el porcentaje de mujeres que la sufre en algún momento durante los dos primeros años de vida de sus bebés).

En el post anterior os describí los síntomas que indican que la depresión postparto está al acecho. En ese post os quiero dar algunas pautas para disminuir su riesgo o bien combatirla cuando se está iniciando.

El primer trimestre es el periodo más crítico. Hay  medidas que ayudan a evitar, o a mitigar al menos, la depresión postnatal:

• Procura tener bastante ayuda durante los primeros meses y/o primer año. Todas las madres de gemelos, mellizos y trillizos coinciden en que la ayuda de otras personas es primordial. Algunas se apañan solas, por propio deseo, pero son una minoría e incluso no suele resultar en una experiencia positiva. Muchas se arrepienten más tarde de haberlo hecho a esta manera. A nadie le favorece hacerse el valiente.

• Cuida tu salud: Una buena alimentación, vitaminas, descanso y ejercicios posparto son factores que elevan la moral. Como los bebés dependen tanto de tí, tienes que cuidarte bien para llevar a cabo tu tarea. Puede parecerte algo imposible por la falta de tiempo, pero ten en cuenta que también es cuestión de organización: Cuando los bebés duermen y la pareja está en casa (u otro familiar), tómate un tiempo para ti. Este rato para ti, en el que desconectas y lees un poco, miras tu página de Facebook u organizas fotos, lo hace todo más llevadero, ya que renueva tu energía.

• Para rebajar el estrés haz ejercicios de relajación, toma un baño, escucha música o siéntate a ver a los  bebés. El siguiente ejercicio de yoga te vendrá bien y es sencillo de hacer: Siéntate cómodamente en el suelo con la espalda bien recta (puedes apoyarte en la pared). Cierra los ojos, coloca tus manos  sobre tu vientre y siente el vaivén de tu cuerpo. Concéntrate en la respiración. Deja que suceda por sí misma. Si te distraen los pensamientos, obsérvalos y déjalos ir. Vuelve a concentrarte en la respiración. Cuánto más veces lo practiques, más lograrás relajarte.

• Escribe en un diario todas tus vivencias, emociones, pensamientos, miedos, etc. Así vacías tu mente de impresiones y te conectas contigo misma. Al dar palabras a tus emociones, éstas pierden fuerza y se vuelven normales, por tanto es un ejercicio terapéutico. No te asustes por tus sentimientos; ahora vives una nueva situación y los sentimientos también serán nuevos. Sentir intensas emociones, a veces contradictorias, es normal. Necesitas tiempo para conocerte: Han nacido dos (o tres) bebés, pero también ¡Una madre!

• Si el tiempo lo permite, sal a la calle a diario con tus bebés. Sentirte conectada con el mundo fuera de casa te hará bien y además, andar es un buen antidepresivo. Al moverte, tu cuerpo segrega endorfinas, hormonas del bienestar, por lo que tu estado de ánimo mejorará. También puedes optar por dar un buen paseo a solas o con una amiga cuando otra persona se esté ocupando de los bebés.

• Tómate infusiones, como una de manzanilla, menta u otras. Una infusión de melisa con manzanilla o tila es buena para el insomnio. Y un par de gotas de aceite de lavanda en tu almohada también te ayudarán a dormir mejor.

• Recurre a la visualización: Imagínate una escena que te encante, como los bebés en sus moisés o tu lugar preferido de vacaciones. Retén esta imagen unos minutos. Respira tranquilamente mientras disfrutas de la imagen. Te ayudará en momentos bajos cuando el cansancio, la frustración o la impaciencia se apoderen de ti. Disminuye la tensión muscular y baja la presión arterial.

• En momentos de tensión y agobio, repite para tí misma una frase o palabra que te guste (‘todo irá bien’ o ‘tengo dos bebés preciosos’). Repitiéndola una y otra vez para ti creas tranquilidad en tus pensamientos y vives más el momento. Así tu mente se relaja.

Estas pautas suelen dar buenos resultados, pero si no es así y no remontas tu depresión, acude al médico. No es una señal de debilidad, sino del primer paso hacia la solución.

Hoy en día existen buenos remedios para combatir la depresión. Puede que el médico te prescriba vitaminas (B6), antidepresivos o –en algunos casos- la hormona progesterona. Estos medicamentos, junto con los consejos antes mencionados te ayudarán a pasar este periodo.

Lo más importante de todo es reconocerte a tí misma que no estás bien y comunicárselo a tu entorno más próximo. En absoluto debes sufrirlo en silencio.

Nota de la editora: Existe una creencia generalizada de que los antidepresivos son incompatibles con la lactancia. Lo cierto es que sólo algunos lo son. En la página web E-Lactancia, desarrollada por el departamento de Pediatría del Hospital Marina Alta de Alicante, puedes consultar una completísima base de datos con los médicamentos que son compatibles con la lactancia. Y si no encuentras lo que buscas no dudes en enviarles un correo ya que generalmente contestan en menos de 24 horas.

Si tu médico te pone algún problema con el tema de la lactancia, te recomendamos que le facilites una copia de este documento: Lactancia para psiquiatras: Recomendaciones sobre el empleo de psicofármacos en madres lactantes.

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