«Soy mamá de gemelos varones de 4 años. Estoy  preocupada porque hace unos días, cuando ellos se bañaban juntos, escuché decirle el uno al otro que le besara su pene. Me parece que esto no es correcto, aunque lo vi muy inocentes.

¿Será parte de su curiosidad natural? O ¿qué será?  Descarto que hayan visto algo en la televisión porque vigilo mucho que esto no ocurra y yo me dedico totalmente a estar pendiente de ellos. Agradeceré su opinión y respuesta. Mil gracias y bendiciones.»

Querida Angelica:

No es necesario que te preocupes. Efectivamente este juego expresa la curiosidad infantil. Tus gemelos están en la edad en la que se interesan por su cuerpo y en la que aprenden las diferencias entre niños y niñas.

Tampoco debemos olvidar que los niños son seres sexuales desde que nacen. Pero no debemos verlo como una sexualidad adulta, ya que no tiene todavía esta connotación para ellos. Cuando digo que el niño es un ser sexual desde que nace, me refiero a que su cuerpo le produce sensaciones placenteras.

Un ejemplo muy claro es cuando el niño toma pecho o está en brazos de sus papás. La piel una parte del cuerpo del bebé por la que corren muchos pequeños sensores. El tacto es el sentido más desarrollado al nacer, lo cual hace que el bebé disfrute de las caricias y los besos, incluso antes de nacer (cuando acariciabas tu vientre).

El mismo niño también se toca: sus manos, sus pies..etc. Para él al principio no hay diferencia entre tocarse sus piececitos  o sus genitales. Todo le produce una sensación agradable. Pero poco a poco irá notando que ciertas partes del cuerpo producen una sensación especial, le dan más cosquillas agradables que otras.

Puede que ahora tu hijo ya descubra que su pene es un órgano especial. No hay nada malo en este descubrimiento. También es posible que quiera que su hermano lo bese tal como le gusta recibir un beso en su barriga. Se trata de una sexualidad infantil.

Sabemos por los estudios que todos los gemelos, mellizos y trillizos, igual que otros hermanos, suelen jugar a tocarse, a mirarse y a explorar. Mientras que uno no le obligue a otro a hacer algo contra su voluntad, no hay problema.

Permíteles que jueguen y descubran. Verás cómo este juego desaparece tal y como ha aparecido. Cuando ocurren este tipo de juegos, no hay que poner el grito al cielo ni criticarles, ya que esto les daría la sensación de que el pene o la vulva es algo malo y prohibido.

Si el juego se convierte en una obsesión, o tú misma te sientes incómoda ante sus exploraciones en tu presencia, puedes decirles algo como: ‘mira, estas partes del cuerpo son íntimas y no solemos tocar las de otra persona. Venga, vamos a jugar a ……’.

Así les explicas cómo solemos comportarnos delante de otros. Esta explicación también sirve para cuando un niño se toca mucho sus genitales. En sí no es algo negativo (muchas veces les relaja), pero nos hace sentirnos incómodos, así que les explicamos que esto se hace en la intimidad de casa (o en el propio cuarto) y no en presencia de otras personas.

A esta edad también es frecuente que empiecen a preguntar de dónde vienen los hijos y cómo llegan al vientre. Se honesta y escueta. Contesta solo sus preguntas, ya que de este modo te aseguras de no contarles algo que no sean capaces de entender. Ellos mismo preguntarán más cuando necesiten saber.

De momento deja que tus gemelos se bañen juntos y exploren sus cuerpos. Al satisfacer su curiosidad pasarán a jugar otros juegos que te resultarán más fáciles de aceptar, como tirarse agua o hacerse cosquillas.

Un saludo muy cordial.

Coks Feenstra

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