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La vida prenatal de gemelos y mellizos

Coks Feenstra

Por Coks Feenstra

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Los estudios sobre la vida prenatal de gemelos y mellizos arrojan resultados fascinantes.

La doctora Alexandra Piontelli, psicoanalista y autora del libro From Fetus to Child, se dedicó en los años ‘80 al estudio de gemelos y mellizos; y en concreto a sus vivencias durante la vida prenatal y posnatal.

Estaba interesada en averiguar si cada bebé ya tiene una personalidad propia y si hay ya una relación entre bebés que comparten el útero.

También quería averiguar si esta manera de comportarse individualmente y los patrones de comunicación entre ellos durante la vida prenatal de los gemelos seguían estando presentes en su vida posterior. Por ello realizó un seguimiento hasta la edad de 4 años.

Piontelli estudió tanto bebés únicos como gemelos para poder contestar a estas cuestiones.

El comportamiento de los gemelos y mellizos en el útero dice mucho de su futura personalidad
El comportamiento de los gemelos y mellizos en el útero dice mucho de su futura personalidad

 

El caso del niño que «buscaba algo»

La Dra. Piontelli ya estudiaba bebés únicos en la vida prenatal cuando un caso desvió su atención hacia los gemelos.

Recibió la visita en su consulta de psicoanalista de unos padres de un niño, de 18 meses, llamado Jacobo. Le pedían su consejo para el niño por su continua inquietud y falta de sueño.

[pullquote align=»left» cite=»» link=»» color=»» class=»» size=»»]Unos padres acudieron a su consulta para tratar de averiguar el motivo de la continua ansiedad de su hijo de dos años[/pullquote]

Ella observó como el niño se movía intranquilamente por su consulta, como si estuviera buscando algo. Jacobo cogía objetos que sacudía, como si quisiera hacerlos reaccionar.

Sus padres contaban que cada nuevo hito en su vida, como sentarse, ponerse de pie, andar o hablar, siempre fue acompañado por una ansiedad tremenda, como si tuviera miedo de dejar algo atrás.

La doctora interpretó su conducta como si estuviera buscando algo que había perdido y que su manera de sacudir objetos parecía un intento de llamarlos a la vida. Al decir esto, los padres rompieron en un llanto desgarrador. Le contaron que Jacobo era en realidad un gemelo que había perdido a su hermano.

Este había muerto en el útero, dos semanas antes del nacimiento. Jacobo había convivido con su hermano durante dos semanas sin obtener ninguna reacción por su parte. Este suceso junto con la vivencia de que un paso nuevo en su vida sería acompañado por una pérdida terrible, como le había ocurrido en el nacimiento, explicaba muy bien sus conductas y su temor a dar más pasos.

Esta consulta suscitó en Piontelli su interés por indagar en las relaciones entre gemelos.

 

 

La vida prenatal individual de los gemelos y mellizos

En primer lugar conviene saber algo sobre la vida prenatal de los gemelos y mellizos. Esa vida, aun compartiendo el mismo espacio, es distinta para cada gemelo. Uno de los dos tiene una posición más favorable que el otro. Esto hace que sus pesos siempre sean distintos.

Cada uno está a un lado opuesto; su placenta es diferente como también lo son sus cordones umbilicales y en la mayoría de los casos están separados por una fina membrana; cada gemelo está en su propio saco amniótico (solo un 3% de los gemelos conviven en un mismo saco).

Por tanto las sensaciones que experimentan en su vida prenatal, como los sonidos, las pulsaciones cardiacas y las sensaciones táctiles son distintas para cada bebé. Desde el principio de la vida tienen experiencias individuales y distintas que influyen en su desarrollo mental y físico.

[pullquote align=»right» cite=»» link=»» color=»» class=»» size=»»]Esta investigación revela que hay una relación entre el comportamiento de un bebé neonato y su conducta posterior [/pullquote]

Para demostrar sus datos, os contaré dos casos estudiados por esta doctora. Ya os puedo adelantar que los datos obtenidos son realmente asombrosos.

La doctora Alexandra Piontelli observó a varias parejas de gemelos y les siguió en los años posteriores al nacimiento. Las observaciones de sus conductas en el útero las realizaba mediante ecografías, acompañadas por detalladas descripciones de cada actividad de los bebés. Estas secuencias fueron grabadas. Sus resultados son muy interesantes ya que revelan que hay una relación entre el comportamiento de un bebé neonato y su posterior conducta.

Ella estudió tanto a gemelos monozigóticos (idénticos) que compartían la placenta como dizigóticos (mellizos), cada uno con una placenta individual.

En el primer periodo del embarazo los movimientos de los monozigóticos son más parecidos entre sí que los de los dizigóticos, pero a partir de la semana 20 hay una variedad en movimientos parecida para ambos grupos.

 

 

El caso de los mellizos Celia y Marco

La vida prenatal de los mellizos

En la semana 18 se hace la primera ecografía de un embarazo dizigótico, de mellizos sexo opuesto. En esta ecografía ya se ve claramente una niña y un niño.

La niña, Celia es más pequeña, pero movida, activa con un patrón ya amplio de movimientos (levanta y estira sus piernas y brazos, da vueltas…). Parece interesada en la vida y muy vivaracha.

Su hermano es más grande, pero demuestra una inquietud, como buscando una paz que no encuentra. Da la impresión de que cada estímulo le molesta, cada ruido le hace sobresaltar, cada acercamiento de su hermana le causa un impacto como si recibiera un shock eléctrico; se retira e intenta esquivarla al máximo. Esconde su cabeza en la placenta como si de una almohada se tratase.

Cuando ella persiste en sus acercamientos, la empuja y finalmente le da una patada. La niña se asusta y desiste por un tiempo de buscarle. El se tapa la cara con sus manos en muchas ocasiones.

En la semana 27 se registran nuevamente sus patrones de movimientos y conductas. Ahora Marco aún intenta más esconder su carita en la placenta y Celia amplia su repertorio de movimientos, ya extenso en sí, aún más. Sigue buscando contacto con él, mientras él la empuja hacia su parcela de la cavidad uterina.

En la semana siguiente ingresan a la madre por amenaza de parto. Tiene ya algunas contracciones y un poco de dilatación. La madre lo pasa fatal, no soporta estar en el hospital; desea volver a casa. Emocionalmente está muy alterada y cuando ya llega a la semana 34, los médicos deciden mandarle a casa, temiendo una crisis nerviosa si prologan su estancia hospitalaria.

[pullquote align=»left» cite=»» link=»» color=»» class=»» size=»»]Los bebés no parecían afectados por las emociones de la madre[/pullquote]

No obstante, en las ecografías tomadas durante esta estancia, los bebés no parecen afectados por las emociones de la madre. Se aprecian los mismos movimientos y las mismas típicas conductas: ella vivaracha, buscando vivencias y el contacto con él; él molesto por toda intervención, buscando la tranquilidad y esquivando estímulos y el contacto con ella.

Ella ahora dispone de menos espacio para moverse y empieza a mover más los músculos de su cara, como reírse, bostezar, succionar, fruncir, mover los labios, la lengua y sus ojos.

Este patrón se mantiene hasta la semana 38 cuando los gemelos nacen. El nace primero y pesa 2.800 gramos; ella pesa 2.200 gramos. El no llora; ella lo hace vigorosamente.

Su comportamiento como bebés

Ella es la más vivaracha, la nerviosa y la más despierta. El es el más dormilón que parece molesto cuando le despiertan. Luces, voces y movimientos le alteran. Su postura favorita es estar en brazos y esconder su cabecita contra el pecho de la mamá o del papá, como si fuera una almohada, igual como lo hacía con la placenta.

También le gusta estar en el moisés, mientras ella llora de enfado cuando la llevan en el cochecito, ya que este utensilio no le permite mirar alrededor. Lo que a él le encanta, a ella le desagrada sobremanera. La madre opta por llevarlo a él en el portabebés, incluso dentro de casa. La mirada de ella es interesada y abierta. El en los primeros tres meses apenas abre sus ojos.

Son muy distintos desde el primer día, tal como lo eran en el útero. Cuando ella le toca, él la esquiva.

Pasados los primeros 3 meses él empieza a abrirse un poco más. Abre más los ojos, pero su mirada es menos intensa y no mira a ningún lugar específico; es una mirada perdida, incluso algo triste. Tampoco tolera bien las emociones fuertes. Si se ríe mucho o se excita por algo, vomita.

[pullquote align=»right» cite=»» link=»» color=»» class=»» size=»»]A pesar de que siguen siendo tan distintos, prefieren actividades que incluyen parejas[/pullquote]

A los 8 meses de edad ella se pone de pie y anda. A los 12 meses ya le encanta ir de una habitación a otra, indagando lo que hay. Él, a los 12 meses, también anda, pero prefiere estar en el regazo de su mamá, como si ella fuera su almohada.

A los 4 años es Marco el gemelo que más horas duerme y prefiere estar en casa. Su objeto favorito es … una almohada. Dibuja peces sin ojos (así puede dormir), un camión sin ventanas (no puedes mirar afuera). También dibuja un bebé dentro de una tripa, solito. No le gusta el colegio.

Celia dibuja una jirafa con un cuello muy alto, que ‘puede ver muy lejos’. Le encanta el colegio.

Ella con él sigue estando atenta y cariñosa. Él va a su aire. Pero en sus juegos se ve una preferencia por actividades que incluyen parejas, como el ‘memory’ y otros juegos que implican un conjunto de dos; una reminiscencia de su pasado, cuando el mundo consistía en ellos dos.

 

El caso de los mellizos Luka y Alicia

La vida prenatal de los mellizos

Piontelli estudió otro embarazo dizigótico, de mellizos de sexo opuesto.

En la ecografía de las 20 semanas él, Luka, es más pequeño que su hermana Alicia. A pesar de ser mucho más pequeño, es más activo. Se gira mucho, da patadas, estira sus piernas, como si buscara los límites y quisiera ya salir del ‘recinto’.

A veces detiene sus movimientos y dedica atención a su hermana. La acaricia. Ella en estos momentos gira su cabecita hacia él. Y finalmente estos movimientos terminan en caricias de uno a otro, suaves, como mejilla contra mejilla.

Muchas veces sus cabecitas se encuentran muy cerquita la una de la otra. Los investigadores les llaman ‘los gemelos mimosos’. Tienen un patrón de movimientos entre ellos totalmente distinto a los de la pareja anterior.[pullquote align=»left» cite=»» link=»» color=»» class=»» size=»»]   Siempre están cerca del otro; los investigadores les llaman los gemelos mimosos [/pullquote]

Ella es más pasiva, duerme más que él. Y cuando se mueve –lo hace mucho menos que él- sus movimientos son más lentos, casi imperceptibles.

Como cada uno está a un lado, la madre percibe muy bien las diferencias entre ellos. Al lado izquierdo hay más movimiento que al lado derecho.

Ella sí reacciona ante sus caricias y se las devuelve, hasta que él otra vez se pierde en sus movimientos giratorios, estiramientos, etc. Ella entonces, vuelve a su sueño pacífico, un estadio pasivo.

En las siguientes ecografías se siguen viendo los mismos patrones. El niño, cada vez, parece dar más señales de querer salir; la niña no. El ya utiliza su boca, hace muchos movimientos y parece darle besos a ella. Ella siempre responde y le sigue.

Nacen en la semana 37. Él está en posición cefálica (con la cabeza hacia abajo) y pesa 1.900 gramos. Ella también se encontraba siempre en la misma posición, pero cambió en las últimas dos semanas a la posición podálica.

Su comportamiento como bebés

Él nace primero, ella se da la vuelta y le sigue. El es mucho más delgado que ella, pero también más alerta y vivaracho. Ella es la tranquilidad en persona.

Les siguen llamando ‘los gemelos mimosos’. El es el bebé activo y emprendedor; ella es tranquila, pesa más, sonríe mucho y realmente es un bebé, mientras él con su mirada penetrante parece tener más edad y ya haber pasado la etapa de bebé. También se le ve muy inteligente.

Al año y medio de edad, su juego favorito es ponerse cada uno al lado de una cortina y tocarse. Este juego imita a su actividad en el útero. Él se desarrolla más deprisa y habla antes; ella lo hace todo a un ritmo pausado, pero siempre le sigue y alcanza el mismo nivel, pero a su ritmo. El siempre va en todo primero.

A los 3 años empiezan la escuela. Los separan, pero Alicia llora tanto que pronto deciden ponerles juntos. Él es mucho más independiente y maduro y no le cuesta estar sin ella, pero para ella es mucho mejor dar este paso en compañía suya.

[pullquote align=»right» cite=»» link=»» color=»» class=»» size=»»]En sus juegos se ven reminiscencias de la vida prenatal[/pullquote]

Piontelli les visita en su casa y observa cómo él juega a carreras de coches; tiene dos que hace correr el uno al lado del otro. ‘Pero, mira’, le dice a la doctora, ‘este es más rápido y le gana al otro’. La niña está jugando felizmente con dos ositos que se dan besos. En ambos juegos se ven reminiscencias de su vida prenatal.

Los niños están absortos cada uno en su actividad, pero despliegan sus juegos estando muy cerca el uno al lado del otro. Todavía son la imagen de ‘los gemelos mimosos’.

Aquí la situación es inversa al caso anterior, pero lo que es llamativo de estas descripciones y de todos los demás casos, estudiados por Piontelli, es que tanto la manera individual de cada gemelo, como su patrón de interacciones entre ellos, se mantienen en su vida posterior.

 

 

[box scheme=»grey» border_color=»#56ABD1″ border_width=»normal» icon=» fa-exclamation-circle «]Conclusiones sobre la vida prenatal de gemelos y mellizos

Desde el principio de la vida prenatal se observa patrones de conducta que son exclusivos para cada bebé y también patrones de comunicación entre ellos y tantos unos como otros perduran en la vida posterior.

Al mismo tiempo, el «couple effect» tiene un impacto en su conducta aun después del nacimiento cuando comienzan las interacciones sociales.

También se descubre que el gemelo más pequeño y más frágil, por lo menos en los casos estudiados por Piontelli, es el bebé más activo y espabilado.[/box]

 

Fuente:

’From Fetus to Child’ Alessandra Piontelli, Brunner -Routledge

[box scheme=»white» border_color=»#e64097″ border_width=»normal» icon=»fa-info-circle»]Si te ha gustado este artículo te encantará leer «El Gran Libro de los Gemelos«. Escrito por la misma autora, y lleno de consejos prácticos para criar a tus multipeques, es fruto de más dos décadas de investigación, y es el libro más completo sobre la crianza de múltiples ya que abarca desde el embarazo hasta la edad adulta.[/box]

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Coks Feenstra, psicologa infantil, lleva desde el año 1995 investigando el mundo de los múltiples.En 1999 publicó el Gran Libro de los Gemelos. También colabora otras publicaciones como Psychologies o Crecer Feliz.

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30 comentarios en «La vida prenatal de gemelos y mellizos»

  1. Realmente yo sabía de qué lado estaba cada uno por cómo se movían y pateaban!! Hasta que no fueron lo suficientemente grandes como para ya no poder cambiar de lugar, su comportamiento, evidenciado en las ecografías, era clarísimo sobre el caracter de cada uno. Luego de nacidos, sigueron igual!!!!

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  2. Hermoso estudio, q me permitió a mi, entender el comportamiento de mis mellizos, ciertamente mi varón nacio mas pequeño, pero es mas activo mas vivaracho desde mi vientre, mas independiente….por otro lado mi nena nació mas grande y es muy dormilona, cariñosita, rie todo el tiempo x cosas q hace su hermano, es mas dependiente y tranquila,………………con respecto a los juegos, a veces juegan con la puerta del armario cada uno en su lado,……o con cualquier cosa q este en medio de ellos,..

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  3. Que interesante….mis primeras mellizas una mas despavilada que la otra..mas caracter.mas decidida..ahora tienen 11años y ahora tienden a ser mas unidas que cuando eran mas pequeñas
    Mi segundo par de melli sexo opuesto….. La niña nacio primero y fue y es mas pequeña..el niño mas peso mas robusto.de carácter pasivo ella de caracter fuerte tiene que ser primera en todo y lo logra.el queda siempre llorando y espera su turno..cuando ella lo ve llorando termina su juego y lo consuela. Ahora tienen 3 años y siguen igual…lo que diferencio de mis pares de melli.que el segundo son mas unidos ke las melli mujeres…gracias y saludos…

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  4. Hoy me han hecho la eco 4d y una ellas tiene a la otra sin espacio, esta a sus anchas, dandole patadas a la otra pobre todo el tiempo,,,,,, que lastimita!!! Se ve perfectamente quien va a ser mas dominante de las dos!!! es una pasada!!!

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  5. Los mios son muy parecidos pero el mas delgado es el mas uraño y su hermano se deja abrazar y mimar mas ellos juegan y se an dado besos pero sus juegos son más rudos. Aveces se muerden y se golpean no veo una mas tranquilo q otro los dos son muy traviezos

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  6. Yo sabía que la niña estaba sobre él todo el tiempo y cuando se quedaron sin espacio estaban transversos, con las cabecitas hacia la derecha. Ella siempre dominante, tanto que cuando él tenía hipo, comenzaba a moverse y patearlo. De bebés jugaban a chocar las cabezas cuando les daba la teta y se reían a pesar de que lo hacían con fuerza, desde ahí pensé en que recordaban su vida prenatal y ahora, a 31 meses de edad, la niña sigue mandando y él parece tenerle miedo pero se buscan el uno al otro y gustan de dormir cabeza con cabeza, como en mi vientre.

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  7. Mis melliz el que nacio con más peso es el más inquieto y hablo primero camino primero. El más chiquito es cariñoso tranquilo.. y siempre estuvieron cabeza con cabeza en mi vientre y siguen durmiendo así tras la red de las cunas si los separo se despiertan en la noche llorando.. tienen el mismo comportamiento ahora que en mi vientre..

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  8. En mi caso, efectivamente, a la niña, que nació con menos peso, era casi imposible verle la cara en una eco… no paraba… a día de hoy con casi dos años es mucho más inquieta que su hermano, que es más paradito y mimoso… eso sí. .. siempre juntos… se buscan en cada momento… yo digo que ella es su segunda madre porque siempre va detrás diciéndole lo que no tiene que hacer…

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  9. En mi caso el que menos pesó es también el más movido. Ellos también jugaban a lo de la cortina. Tienen 5 años y van a la misma clase. No observo que uno sea dominante ni otro dependiente, a veces juegan juntos, a veces separados (trabajo en su cole). Tienen riñas como cualquier hermano pero sí observo que si creen que algo perjudica al otro, se defienden con intensidad. Esas demostraciones de afecto y complicidad cuando hay que tenerla, no tienen precio.

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  10. Soy madre de dos pares de mellizos. 2+2. He reconocido muchas cosas pero me ha parecido en especial interesante el «niño que buscaba». Yo también perdí mi propio mellizo en el útero de mi madre. Quizás esto explique algunos de mis comportamientos. Gracias!!!

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