«Me quedé embarazada por sorpresa y, aunque al principio nos costó hacernos a la idea, enseguida nos entusiasmamos. A las 8 semanas de embarazo fuí al medico quien nos dijo que venían dos. ¡Me estuvieron temblando las piernas durante días!
Nos dijo que era un embarazo monocorial biamniótico (1 placenta, 2 sacos), pero en ningún momento nos avisó de los posibles riesgos así que lo nos venía nos pilló por sorpresa.
El embarazo fue bien hasta que en la semana 24 el médico nos dijo que uno de los bebes no parecía estar creciendo como debiera. Nos pidió que visitáramos a uno de sus colegas para que nos diera su opinión y al día siguiente visitábamos a otra doctora.
Después de hacer una prueba dopler nos dijo que no pintaba bien. El bebé más pequeño no estaba recibiendo suficiente alimento y sangre. Para sobrevivir se alimentaba de lo que su hermana recibía (CIR severo). Ella estaba muy débil y su hermana corría el riesgo de empeorar. Además, si la más pequeña no sobrevivía su gemela se iría con ella en cuestión de horas.
La doctora nos dijo que había que actuar rápido y allí no podían ayudarnos. Al enterarse de que mi marido es de Londres nos dijo que no lo dudáramos y nos fuéramos allí. Uno de los mejores médicos del mundo (Prof. Kypros Nicolaides) especializado en estos temas está allí y aunque sería casi imposible verle, quizá alguien de su equipo nos podría ayudar.
Al día siguiente nos pusimos rumbo a Londres. Después de ver a varios médicos, y de visitar 3 hospitales diferentes (se pasaban la pelota de uno a otro), llegamos al hospital King’s College. Allí hicieron una prueba dopler y confirmaron lo que ya nos habían dicho otros médicos: tendrían que hacer una operación para separar la placenta y así salvar a uno de los bebés. El bebé más pequeño no sobreviviría. En ese momento se me partió el corazón en dos.
Nos pasaron a una habitación y nos dijeron que en cuanto llegara el medico procederían con la operación. No sé cuanto tiempo estuvimos allí pero no paré de llorar. Las sentía y no podia concebir perder a mi pequeña. Ya era de noche cuando apreció el famoso Profesor Nicolaides. Se sentó con nosotros y nos explicó detalladamente en qué consistía la operación. Cuando acabó, me cogió las manos y me dijo: “tu pequeña esta muy débil y muy malita pero esta luchando. Se esta agarrando a lo poco que tiene con todas sus fuerzas. La situación es muy mala pero mi experiencia me dice que hay que darle una oportunidad”. Luchó y aguantó.
Una mañana de diciembre, y con 31 semanas de gestación, nacieron mis pequeñas. Amelia con 900 gramos y Camille con 1.500 gramos. Estaban sanas pero eran muy pequeñitas y pasarían un tiempo en el hospital. Camille salió justo 5 semanas después y, ese mismo día, Amelia retrocedía y le administraban una transfusion de sangre.
Para entonces mi marido tuvo que volver a España al trabajo y yo me quedé allí con su familia. No tenía en quien apoyarme y parecía que nunca iba a acabar. Durante ese tiempo Camille venía conmigo al hospital todos los días para que pudiera darles el pecho a las dos y, aunque a veces me desesperanzaba, me agarraba a cualquier mejoría.
Por fin, 4 semanas más tarde nos decían que Amelia estaba lista para ir a casa, pero el día que iba a recogerla me dijeron que habían descubierto una hernia muy peligrosa y tendrían que operarla de urgencia. La trasladaron a otro hospital y finalmente, después de 10 semanas, me llevaba a Amelia a casa y una semana más tarde volviamos a España. Por fín estábamos todos juntos.»
Miriam, madre de las gemelas Camille y Amelia
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Enhorabuena Miriam, tus niñas están preciosas después de todo, vaya luchadoras!!
Y suerte de ese médico tan cercano, qué apoyada te sientes si tu médico en ese momento se muestra empático y te da esperanzas, creo que es muy importante! O por lo menos yo tuve como un inicio de TFF y un cambio de médico gracias a una amiga cambió absolutamente todo, sé que no siempre es tan fácil pero en mi caso fue así, es como que te dan fuerzas si sientes que te apoyan y entienden.
De nuevo enhorabuena!
Muchas gracias mamatana. La verdad es que fue una suerte que nos tratara ese doctor que, además de una eminencia, es un encanto
Me alegro que todo fuera bien. A mi también a partir de las 20 semanas me dijeron que parecía que tenía stff y que una de las gemelas no cogía peso, iba a ecografías semanales, tanto por lo privado como por la seguridad social.
Finalmente no fue stff, sino que el trozo de placenta que le había tocado era más pequeño que el de su hermana, así que tb lo estuvieron vigilando para que no se quedara atascada en el peso.
Y pese a todo pronóstico, fue la otra gemela la que dejó de crecer y hoy pesa casi medio kilo menos que su hermana 😉
Q interesante, q historia más bonita!!!! Mis Trillis tb son gemelas (las 3) y monocoriales y desde el primer momento mi gine me advirtió de esa posibilidad, muy común en 2 así q imaginaros en 3, sin embargo siempre crecieron a la par, siempre hubo una más grande, una mediana y otra pequeña pero sin grandes diferencias. Hoy tienen 4 sños y así siguen 🙂
Que valientes y luchadoras!
Que niñas más preciosas, viéndolas parece mentira.
Enhorabuena.
que hermosura de pequeñas… increíble historia! 🙂
Me emociono cada vez que leo una historia así!
Increíble lo que las madres podemos llegar a soportar!
que fascinante historia,mis gemelas fueron monocoriales biamnioticas y tambien me informaron de que podia pasar,son embarazos muy duros tanto fisicamente como a nivel emocional..
felicidades por haber luchado,tienes una recompensa preciosa!!!
Qué bonita historia, me ha puesto los pelos de punta! Una de las ginecólogas que llevó mi embarazo fue alumna de Nicolaidis, y se nota y mucho. Me tuve que hacer ecos cada dos semanas a partir de la semana 16, más o menos, y el embarazo lo llevaba en Madrid, pero vivo a 4h. Así que mi ginecólogo me dejó hacerme una en mi ciudad y la siguiente con él sólo porque era ella. Cuando me veía al mes y le llevaba el informe y las fotos de la eco que me había hecho, me decía: parece que te la estuviera haciendo yo en este momento… dar con profesionales así es una suerte. Me alegro tanto de que las dos pequeñas estén bien, tuvo que ser duro estar lejos de los tuyos, pero mereció la pena! Son preciosas!!! Gracias por compartir tu historia!!