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Reflexiones de varios padres de trillizos (I)

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Por Somos Múltiples

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La Casa de las Asociaciones en Alcobendas, lugar donde se impartó el taller
La Casa de las Asociaciones en Alcobendas, lugar donde se impartó el taller

El pasado sábado 26 de enero tuve el placer de asistir a un taller organizado por AMAPAMU en relación con la problemática específica de los padres de trillizos o más. Como madre de mellizos me vi reflejada en muchas de las cuestiones que plantearon y me llevé a casa un par de ideas prácticas bien interesantes.

La verdad es que el taller no transcurrió como yo pensaba ya que más que una charla consistió en un debate entre varios padres de trillizos de distintas edades, lo cual me resultó incluso más enriquecedor de lo que me esperaba. El debate fue dirigido por una doctora madre de unas trillizas requeteguapas y una psicóloga infantil que fue aportando su punto de vista profesional a lo largo del debate.

En este sentido, debo disculparme con algunos de los lectores que me enviaron sus consultas ya que no tuve la oportunidad de plantear vuestras dudas. Quise esperar  hasta el final para no romper la interesante dinámica de grupo que se iba estableciendo. Finalmente se agotó el tiempo y una futura mamá de trillizos (y con dos hijos más) estuvo consultando algunas dudas concretas con los demás padres. Dado que el tiempo ya se había agotado y que estimé que la futura mamá necesitaba más que yo aprovechar esos minutos de prórroga para recibir consejo no consideré procedente interrumpirla.

Como compensación, le he facilitado a Coks Feenstra los temas que me planteasteis para que los trate en detalle en los próximos artículos.

Como os he comentado, el taller consistió en un brainstorming en el que afloraron una multitud de ideas y consejos interesantes. En esta entrada conoceréis las experiencias de varios padres de trillizos, y como se organizan en el día a día. Así que voy a tratar de ordenar las ideas por temas para reflejar de forma fidedigna todo lo que allí se comentó.

Educación y castigos

Uno de los temas que surgió fue el tema de la obediencia. Una de las mamás planteó que se sentía incapaz de ir al parque sola con los tres y otros padres recalcaron la importancia de ser firmes en los objetivos que marcamos y hacer las cosas siempre igual, utilizando el mismo método, para que todo resulte más sencillo. Cada uno debe encontrar el método que le resulte más eficiente a nivel personal, no hay una sola forma correcta de hacer las cosas.

Por ejemplo otra de las mamás contaba que cuando ella iba al parque ponía a jugar a las niñas por turnos. Así, mientras su marido jugaba con una niña, y la otra jugaba con ella, la tercera niña debía sentarse tranquilamente a esperar su turno. Desde luego debe ser bien difícil controlar a la vez a tres niños que andan y corren (a mí ya me cuesta con dos), y seguramente al principio costará un poco que aprendan a esperar cada uno su turno, pero me pareció una solución inteligente.

Inmediatamente después otro padre sacó el tema del parque y los castigos, aportando un enfoque francamente interesante. Planteaba si castigar a uno de los trillizos sin ir al parque era percibido realmente como una sanción por el niño teniendo en cuenta que el castigo le garantizaba unas horas de atención exclusiva por parte de mamá. Algunas personas recomendaron observar el comportamiento del niño para ver si la mala conducta que generaba el castigo tenía lugar de forma deliberada para propiciar esos ratos de exclusividad. Y, en caso de duda, parar a pensar qué haríamos en una situación similar en caso de que sólo tuviéramos un hijo.

Debemos tener cuidado con el lenguaje que utilizamos para evitar etiquetar a nuestros hijos
Debemos tener cuidado con el lenguaje que utilizamos para evitar etiquetar a nuestros hijos

Etiquetas y comparaciones

 Este es un tema estrella en el mundo de la crianza de múltiples así que no podía faltar. Se planteó el caso de un niño que era bastante inquieto y al final era precisamente esa cualidad la que le hacía llamar siempre la atención por encima de sus hermanos. El enfoque de la mayoría de los padres iba en dirigido al refuerzo de las conductas positivas y a ignorar las conductas negativas para evitar que se perpetúen este tipo de comportamientos.

En relación con este tema surgió de forma paralela la importancia de cuidar el lenguaje que utilizamos para referirnos a nuestros hijos y no etiquetarlos para evitar que, precisamente gracias a las etiquetas, el niño acabe cumpliendo ese rol. Todo los padres de múltiples sabemos que los demás tienden a comparar constantemente a nuestros hijos (familiares, profesores, desconocidos…), e incluso nosotros incurrimos a veces en ese error de forma involuntaria. En consecuencia, debemos ser cuidadosos con nuestra forma de decir las cosas y, por ejemplo, en vez de hablar del niño que mejor come, es mejor decir que el niño come bien y punto.

Y, ¿Qué ocurre cuando sólo uno de ellos consigue un alcanzar un logro? ¿Debemos aplaudir su comportamiento aún a riesgo de que ello provoque que los demás se sientan mal por no haberlo logrado? La opinión mayoritaria era que por supuesto que debemos alabar a uno de nuestros hijos si hace algo bien pero igualmente debemos buscar alguna habilidad que los otros hermanos tengan para motivarles a ellos también.

Una madre contó una anécdota muy curiosa sobre como, cuando ella regañaba a uno de sus trillizos, los otros dos hermanos se ponían a regañarle también, a su manera porque aún no hablaban. Otros padres comentaron, en cambio, que sus hijos se chivaban unos de otros o se defendían entre ellos. En concreto, recuerdo la anécdota que contó el padre de unos trillizos de unos 8 años sobre como uno de sus trillizos había sido arañado en el brazo por otro de ellos, y a pesar de saber quien había sido el autor del arañazo no se sentían capaces de regañarle ya que el propio autor de los hechos lo negaba firmemente y el “agredido” defendía a su hermano de forma vehemente.

Escolarización

Por lo que respecta al tema de la escolarización, uno de los padres recordaba como en una charla anterior que había dado Coks Feenstra en AMAPAMU ella había recomendado no separar a los niños al menos hasta los tres años, ya que la separación de la madre ya es lo suficientemente dura en sí misma como para agravarla con la separación de los otros hermanos.

Varias madres se quejaron acerca de la falta de flexibilidad de algunas guarderías en las que les obligaban a separarles desde el principio sin pararse a escuchar sus argumentos. Como el enfoque depende de cada colegio o guardería si no logramos convencerlos la única solución es buscar otro centro.

Entre los padres que eran partidarios de tener a sus hijos en clases separadas, el principal argumento era que lo hacían para lograr un trato más individualizado y poder potenciar las habilidades propias de cada uno. En este sentido, algunos padres afirmaban que en la guardería había ratos en los que estaban juntos aunque estuvieran en distintas aulas por lo que la separación tampoco era total.

Otra de las mamás comentó que sus trillizos iban juntos a la guardería y ello no les había supuesto ningún problema a la hora de relacionarse con otros niños.

También se trató el tema de la dificultad práctica de encontrar un colegio que disponga de tres aulas distintas para el mismo curso en caso de querer que los trillizos vayan a clases distintas. Porque la otra posibilidad, que es llevarles a tres colegios distintos, sería complicadísima de gestionar a nivel práctico.

Finalmente, se llegó a la conclusión de que la decisión de mantenerles juntos o separados en clase es un criterio personal de cada familia que debe adoptar de acuerdo con sus circunstancias concretas.

Y como anécdota uno de los asistentes contó el caso de unos trillizos varones que iban juntos al colegio y parece ser que eran bastante traviesos hasta el punto de tener literalmente aterrorizada al resto de la clase, por lo que los padres tuvieron que separarles.

El resto de los temas os los contaré el próximo día ya que, como podéis ver, la mañana cundió mucho, y debido a las reflexiones tan interesantes que allí surgieron, antes que contároslo en un sólo post he preferido ser exhaustiva.

Madre de mellizos prematuros que un día decidió abrir un blog para compartir su (in)experiencia personal con otras madres. Administradora de Somos Múltiples y de la tienda para gemelos y mellizos Tot A Lot. Prometo hacer todo lo posible para que paséis un rato entretenido en mi intento de acercaros al maravilloso mundo de la crianza múltiple; un mundo rodeado de mitos en donde tanto los retos como la satisfacción se elevan al cuadrado.

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8 comentarios en «Reflexiones de varios padres de trillizos (I)»

  1. Genial recopilación guapa! Las mías son gemelas pero me he visto reflejada en muchas de las situaciones. Ya estoy esperando con ganas la parte dos!!

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  2. Genial el resumen x ahora! Esta noche me apunto cositas a ver si escribo sobre nuestra propia experiencia en alguno de los temas que nunca me pongo con ello!!! Qué ganas de la segunda parte!

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  3. Pues me parece genial… sigo diciendo que una pena no haberos tenido hace 9 años… cuantos rompederos de cabeza me hubieráis quitado…

    yo ahora soy de las que cuando alguien me ve con los mellizos o gemelos pequeños me preguntan cosillas

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  4. Yo la verdad que aun con mis mellizos de 7 meses no he tenido que lidiar con estos temas pero tendre que hacerlo.Super interesante porque al final son las mismas dudas las que tenemos los padres de multiples sobre la educacion de los peques. Espero la segunda parte :). Muchas gracias por compartir todo esto.

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