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Las vidas de gemelos a mí me parecen todas interesantes, por sus múltiples coincidencias y vivencias, pero hay algunas que aún lo son más. Hoy os quiero contar la vida de dos gemelos que quizás forme el caso más espectacular de todas.
Empezó en el año 1933 y terminó este mes de noviembre 2015, con la muerte del gemelo más longevo de los dos (el otro murió en 1997).
Una guerra y dos gemelos en bandos opuestos
Esta historia empieza en los años que preceden a la Segunda Guerra Mundial.
En 1933 nacen los gemelos idénticos Jack y Oscar Yufe, en Trinidad, una isla caribeña, en aquel entonces bajo mando inglés.
El padre es un judío rumano, que huye de una Europa cada vez más anti-semita. La madre viene de Alemania y es católica. La pareja ya tienen una hija, dos años más mayor que los gemelos.
[pullquote align=»right» cite=»» link=»» color=»» class=»» size=»»]Como sólo tenía dinero para pagar el billete de dos de sus hijos decide llevarse a Oskar, el gemelo más difícil[/pullquote]
A los 6 meses la situación de la pareja empeora y deciden vivir por separado. La madre quiere volver a su país natal, Alemania. Solo tiene dinero para pagar el pasaje de dos de sus hijos. Decide llevarse a Oskar consigo, el bebé más difícil y llorón de los dos. Y deja el gemelo más fácil, Jack, al padre.
Debe haber sido desgarrador para la madre separar a sus gemelos. Pero ella está convencida que se reunirán en breve en Europa.
Esto no ocurrirá nunca. El padre no contesta a sus cartas y al año y medio le comunica que se ha ido a vivir con otra mujer. La madre entonces ya vive con su propia madre y decide, para huir de la depresión, trabajar mucho. Oskar se queda al cuidado de una abuela exigente, no demasiado feliz con ‘la suerte’ que le ha tocado vivir, los cuidados de dos nietos, siendo de origen judío. Ella es una ferviente y fiel seguidora de Hitler.
Jack no tiene mejor suerte. Su padre le abandona a nivel emocional (le gusta mucho la juerga y la fiesta nocturna) y la madrastra tampoco es una mujer simpática ni cariñosa. Ambos niños viven una infancia triste en cuanto a vínculos afectivos.
Se les cuenta a ambos, cuando tienen unos 8 años, que tienen un hermano gemelo, pero como apenas saben lo que significa, no les afecta apenas. Oskar algún día pregunta a su abuela que significa la palabra ‘judío’. La abuela le recrimina haber pronunciado esta palabra y le advierte que jamás vuelva a decirlo.
Debido a la situación política de estos tiempos, uno se cría en un entorno inglés, anti-alemán, y el otro en un entorno anti-judío. Mayor contraste imposible. Como es de entender, esta situación termina causando entre ellos una brecha enorme.
Ambos conocen sus raíces. Oskar siente miedo por ser medio judío y más, ¡Cuando él y su hermana un día están a punto de ser deportados!
Afortunadamente en ese momento un tío de ellos se entera de la inminente deportación. Ocupa un alto cargo en el gobierno del SS (el partido de Hitler) y consigue rescatar a los niños.
Después de este suceso ambos niños son bautizados y les cambian el apellido paterno por el materno. Oskar tiene el miedo metido en el cuerpo. Para compensar estos orígenes, se muestra un ferviente partidario del régimen nazista y participa, como todos los jóvenes en aquel entonces, en el movimiento de las Juventudes Hitlerianas.
Jack, por su parte, tampoco está libre de miedo. Convive con niños, que en su mayoría son negros o mulatos, siendo él el único de raza blanca que, además, desciende de una madre alemana. Intenta esconder este dato y se muestra muy partidario del gobierno inglés.
Se enrola en el movimiento de ‘Sea Scouts’, el primer paso para enrolarse en la Marina Inglesa (the British Navy). Cada uno tiene que salvarse su pellejo como sea, según las circunstancias que viven. Y lo hacen de una manera muy parecida.
Aun así, durante la Segunda Guerra Mundial, ambos sueñan cosas parecidas. Son pesadillas en las que se encuentran cada uno en el lado opuesto, en una guerra que hace que ellos, siendo gemelos idénticos, se enfrentan en una lucha de vida o muerte.
El primer reencuentro de los gemelos Oskar y Jack
Después de la guerra Jack es enviado a Venezuela para vivir con una tía. Ella acaba de regresar de un campo de exterminio alemán y es la única superviviente del holocausto de la familia.
[pullquote align=»left» cite=»» link=»» color=»» class=»» size=»»]Los gemelos quedan desconcertados al ver las fotos. «Es como si alguien llevase mi cara», dice uno de ellos [/pullquote]
La madre busca contacto con Jack y lo localiza. Se mandan las primeras cartas. Los gemelos quedan desconcertados al ver fotos de alguien que es una mera réplica de uno mismo. Las visitas se posponen aunque hay intentos, pero el padre de Jack lo manda, a sus 16 años, a trabajar en un kibutz y luego alistarse en la Marina Israelí. Al cumplir con esta tarea Jack decide visitar a su madre y su hermano en Alemania, antes de volver a EE.UU., adonde quiere ir a vivir.
Corre el año 1954 y los hermanos tienen 21 años. Como todos los gemelos en esta situación, se miran y vuelven a mirarse cuando por primera vez están uno frente al otro. No salen de su asombro al ver a alguien tan parecido. ‘Es como si alguien llevara mi cara’ dirá Oskar tiempo después.
[pullquote align=»right» cite=»» link=»» color=»» class=»» size=»»]Entre los gemelos hay tanta atracción como desconfianza[/pullquote]
Pero en ellos hay algo más que este asombro. Hay una desconfianza, una sensación de sospecha. Se miran como enemigos. Son enemigos.
Habiendo sido criados en entornos, políticamente enemistados y contrapuestos en religión, cultura e historia, no puede ser de otra forma. Esas diferencias abismales son más fuertes que las semejanzas físicas y biológicas que resaltan a primera vista. Esto causa una gran distancia entre ellos.
Hay cierto interés y atracción, pero al mismo tiempo hay un rechazo y una distancia emocional grande. En este primer encuentro no logran tender un puente. El contacto entre ellos es distante y frío.
Pasarán muchos años, 25 en total, hasta que se les presente una nueva oportunidad para verse y conocerse mejor. ¿Lograrán intimar? ¿Conseguirán ser gemelos de alma y corazón? Os lo cuento la próxima semana.
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[box scheme=»white» border_color=»#e64097″ border_width=»normal» icon=»fa-info-circle»]Si te ha gustado este artículo te encantará leer «El Gran Libro de los Gemelos«. Escrito por la misma autora, y lleno de consejos prácticos para criar a tus multipeques, es fruto de más dos décadas de investigación, y es el libro más completo sobre la crianza de múltiples ya que abarca desde el embarazo hasta la edad adulta.[/box]
Me dejaron picada 🙁
Seeee
Qué interesante!!!
Pero no nos dejes así!!!!