Convertirse en padres tiene un gran impacto en la relación de pareja. Sobre todo el primer año es crucial: ¿Aguantáis bien la carga de responsabilidad y las noches interrumpidas?

Si vienen gemelos, mellizos, trillizos o más, el impacto aún es mayor. Según un estudio de la Universidad de Birmingham (Inglaterra), se produce un 4% más de divorcios entre las familias con partos múltiples. Una gran pena, ya que hay más cosas que os unen de las que os separan.

A continuación os dejo algunos consejos para mantener vuestra relación sana:

• Aceptad que cada uno vive la nueva paternidad a su manera. Muchas veces es la mujer la que más rápido se acopla a la nueva vida. Los bebés, tan frágiles y vulnerables por el nacimiento algo temprano, requieren toda su dedicación. No pocas veces al hombre le cuesta más tiempo aceptar el gran cambio en su vida. ‘Vi la total entrega de mi mujer y me sentí excluido, por no decir celoso. No estuve a la altura, pero luego rectifiqué’, me dijo Fernando, padre de gemelos.

• Dedicaos tiempo para hablar y analizar cómo van las cosas. Os puede parecer que no hay tiempo para ello, pero haced el esfuerzo. Apagar la tele, el móvil y el ordenador y sentaros a tomar un café o un vinito para contaros cómo os sentís. A veces hay tantas frustraciones acumuladas que no es posible. En este caso conviene este ejercicio; cada uno habla durante 5 minutos sin que el otro intervenga, después el turno es para él. A veces es bueno resumir lo que acabas de oír: ‘entonces, lo que dices, es que…’. Esto evita malentendidos.

• Procurad hablar con mensajes desde el ‘yo’: Yo necesito….quiero. Por ejemplo: ‘necesito que me llames cuando te retrases’ en vez de ‘nunca me avisas’. Los mensajes ‘yo’ facilitan que el otro escuche sin ponerse a la defensiva, algo que sí ocurre con los mensajes que empiezan por ‘tú…..tú te olvidas…’, etc. Estas frases conducen a enfados, justificaciones y una lucha por ver quién tiene la razón. No llevan a buen puerto.

• Deciros lo que queréis del otro sin tapujos. Sobre todo, las mujeres a veces tendemos a esperar que el otro intuya lo que necesitamos, pero no es así. Por tanto pídele lo que quieres que haga sin esperar que se de cuenta solo.

• Emprended alguna actividad juntos, como ir al cine, ir a cenar, comprar o dar un paseo. No es fácil dejar a dos bebés, pero van a estar bien en compañía de los abuelos u otras personas de confianza. Unas horas para vosotros a solas, sin interrupciones y sin llantos, no solo es un lujo sino también una necesidad que hará que aflore de nuevo vuestro compromiso. Y os  darán la energía que tanto necesitáis para el día a día.

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