Mi novio y yo jamás tuvimos pensado ser papás, menos tan jóvenes y en el mejor momento de mi vida académico-profesional. Estaba preparando mi tesis de titulación en arquitectura y contaba con un buen empleo de mi rama, cuando me enteré que sería mamá y ¡Nada menos que de mellizos!

Obviamente el primer sentimiento que tuve fue temor. Había planificado mi vida para ser arquitecta y disfrutar mi carrera, con ello sin lugar a dudas ascender económicamente y obviamente todas las ventajas que vienen con eso… un auto, un departamento, viajes… ¡Y de pronto me dan la noticia!

En principio no fue fácil. Estaba preparándome para entrar a consulta con el doctor a confirmar mi embarazo y de pronto nos enseñó dos puntitos… Sinceramente los puntitos mas hermosos que jamás he visto; bromeamos, lloramos, estábamos tan felices… Pero en algún momento de la noche regresaron los sentimientos de angustia ¿Cómo los tendría? ¿Qué podría darles sin haber culminado con la parte más importante de mi profesión? ¿Qué podía saber yo de maternidad con 24 años? No me gustaban los niños, menos los bebés… ¡Esto no podía pasarme precisamente a mi!

Pero parece que la naturaleza lo hace todo por si misma, y empecé a emocionarme con la idea de tener a mis dos pequeños, investigaba en cuanto artículo veía sobre como tener un embarazo múltiple saludable, alimentación, estimulación…etc. Al final  me emocioné y pasé ansiosa todo mi embarazo por conocer a mis mellizos.

Ahora «Lenteja» y «Garbanzo», como les digo de cariño, tienen 1 año y 5 meses. En este tiempo, aunque fue difícil, con ayuda de mi novio y resto de mi familia, conseguí un excelente trabajo dentro de mi carrera, y aunque llego agotadísima a casa, Lenteja y Garbanzo siempre me esperan con una gran sonrisa y preparados para jugar. Somos jóvenes, es verdad, pero definitivamente no hay cosa que alegre más nuestros días. Hemos aprendido todos juntos a tener momentos para nuestro crecimiento profesional, para pasear, para jugar, para aprender más y para nuestra pareja.

Así que, a todas las que estén en una situación similar, no gasten energías preocupándosepor cosas que la naturaleza de madres les dará. Prepárense para querer mucho a sus pequeños y a disfrutar porque tienen la bendición que pocas tenemos.

Elisabeth, madre de mellizos de 17 meses.

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