Todos los futuros padres de trillizos están ansiosos por obtener información sobre cómo es la vida con tres bebés a la vez y el desarrollo de los trillizos a largo plazo.

Los estudios sobre la triple paternidad son menos abundantes en comparación con los que hay sobre gemelos, por tanto me alegré mucho al encontrar uno  que arroja datos interesantes.

La psicóloga Britta Alin Akerman hizo en 1997 una investigación entre 17 familias de trillizos. Había en este grupo 7 tríos de trillizos trizigóticos (todos mellizos entre sí), 9 tríos de dizigóticos (un par de gemelos y un mellizo) y 1 trío de trillizos monozigóticos (trillizos idénticos). Los pesos de los bebés al nacer oscilaban entre 1.290 gramos y 2.670 gramos. Tres de los bebés nacieron con pesos menos de 1.500 gramos; 20 de ellos ente 1.500 y 2.000; 24 entre 2 kilos y 2.5 kilos y 4 pesaban más de 2.5 kilos.

El peso medio de las niñas era 1.882 gramos y el de los niños 2.104 gramos. Este dato coincide con otros estudios que también pusieron de manifiesto que las niñas trillizas pesan algo menos que los niños trillizos.

Los comienzos con trillizos son duros

Los primeros meses de la paternidad de trillizos eran, para todos los padres, caóticos. Aparte de las tomas y los cambios de pañales había problemas como cólicos, diarreas, dolores de tipa, infecciones de oído recurrentes y problemas de respiración.

Mantener una rutina era para los padres la única manera para afrontar esta situación. Esto implicaba que los padres no podían atender las demandas individuales de cada bebé. Les causó sentimientos de culpabilidad. Esto les ocurrió sobre todo cuando la madre estaba sola ante la tarea.

Casi todas las familias tenían ayuda externa durante el día. Los abuelos desempeñaban una función importante. El consejo que podemos sacar de ello es: no hay que intentar hacerlo solo. Hay que estar siempre con algún otro adulto ayudante.

Lo que los padres más recordaban del primer periodo, era la falta de sueño y la abundancia de atención que recibían cuando salían a la calle con los bebés. Lo vivían como algo desagradable. No podían pasar desapercibidos. Una madre inglesa colgó un cartel en el cochecito con el texto ‘No tengo tiempo para charlar. Lo comprenderéis’. Bromas aparte, es difícil saber cómo evitar los comentarios, también porque por una parte es agradable recibir atención y mostrar orgullosamente los tresoros (tres tesoros).

Durante el primer año las familias aún recibían ayuda de ciertos organismos estatales, pero a lo largo del segundo año este tipo de ayuda fue disminuyendo. Pero los padres evitaban quejarse de ello, porque habían tenido que esperar mucho tiempo a ser padres. Siete de las familias habían tenido a sus hijos mediante tratamientos de fertilidad.

Entre los 18 y 36 meses les preocupaba el problema de cómo vigilar a los trillizos cuando salían con ellos al aire libre y los niños corrían cada uno en una dirección. Muchas familias ponían una verja alrededor de su jardín. Otras optaban por utilizar correas, no porque les gustase, pero por ser la única forma de poder controlar a sus retoños.

Los padres notaban una disminución del estrés una vez que los niños tenían 3 años. A esta edad les podían explicar ciertas normas. Una pareja de padres se divorció cuando los trillizos tenían entre 2 y 3 años.

El desarrollo de los trillizos a largo plazo

En esta investigación se siguió el desarrollo de los trillizos en la edad entre 4 y 8 años y especialmente del grupo de niños nacidos con bajo peso; 8 niñas y 3 niños. Se les comparaban con sus hermanas (5) y hermanos (8) que habían nacido con un peso normal. Se utilizó para ello el test ‘Griffiths’ Mental Development Scales’ (Escalas del Desarrollo Intelectual), que mide varios aspectos del desarrollo en los niños, como motricidad, sociabilidad, el habla, el lenguaje, la coordinación mano y ojos, el cálculo y la inteligencia.

Los niños con un peso bajo a nacer (pequeños para la edad gestacional, PEG) puntuaban más bajo en las tareas cognitivas y también sacaban una puntuación total más baja. Una comparación entre trillizos y gemelos del mismo peso al nacer no daban diferencias en cuanto al desarrollo intelectual. Pero sí se apreciaba una diferencia en el habla, el lenguaje y el desarrollo social.

Según Akerman esto tiene que ver con el entorno en el que crecen los trillizos: Poder establecer una conversación con los padres es distinto para ellos que para los no gemelos y los gemelos. Los trillizos disfrutan de menos tiempo individual con sus padres. Consejo: Crea momentos para estar a solas con cada hijo. Esto se puede conseguir si se dispone de una red familiar amplia que de vez en cuando viene a echaros una mano.

Una investigación Israelí, bajo auspicios de Dr. Ruth Feldman, psicóloga, entre 126 niños únicos, gemelos y trillizos a los que seguía desde su nacimiento hasta los 5 años, concluyó que el último grupo se desarrolla más lento en comparación con los otros dos grupos durante los primeros dos años. Pero a la edad de 5 años este retraso está recuperado, salvo en los trillizos que fueron grandes prematuros al nacer (con un peso de nacimiento por debajo de 1.500 gramos).

El más pequeño de un trío de trillizos puntuaba más bajo que sus hermanitos en cuanto al desarrollo intelectual, emocional y social. Feldman reivindica que se siga el desarrollo de estos niños con especial atención.

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