El tópico del gemelo bueno y el gemelo malo

Todos los padres sufren cuando ven que uno de sus gemelos, mellizos o trillizos cae mejor a los familiares, amigos y profesores que el otro. Les duele porque a uno le aprecian más y le tratan mejor por lo que este hijo lo tiene más fácil en la vida. Al otro hermano, que tiene igualmente buenas cualidades aunque menos visibles, le prestan menos atención y siempre sale menos favorecido en las comparaciones. Nos lo cuenta Edelmira, madre de mellizos de 6 años:

«Pablo vino al mundo llorando y gritando con una voz potente. A los pocos minutos llegó su hermanito, Marcelo, tranquilo y pacífico. Nos miró con una mirada penetrante y parecía a gusto. Se convirtió enseguida en el preferido de las enfermeras.

Hasta el día de hoy este patrón sigue igual. Pablo monta cierto escándalo vaya donde vaya por su gran energía y manera de actuar, mientras Marcelo es la calma en persona. Las personas suelen etiquetarlos como el ‘gemelo malo’ y ‘el gemelo bueno’. Esto es nefasto, ya que daña la autoestima de Pablo.

Ahora que ya tienen fiestas de cumpleaños, le invitan más a Marcelo que a su hermano. Marcelo se siente culpable por ello y Pablo siente celos. Intento por un lado ayudar a Marcelo a no sentirse mal por ser popular y a Pablo intento subirle la autoestima, cosa nada fácil».

Lo que ocurre en esta situación es que los caracteres de los gemelos se polarizan más que si hubiera habido solo un hijo o hijos de distintas edades. Como el entorno les compara, uno se convierte en ‘el niño difícil’ y el otro ‘en el niño bueno’.

Esto no ocurriría si ambos crecieran sin su polo opuesto. Así que parte del problema deriva de la condición de ser gemelo. Es bueno tenerlo en cuenta para no agrandar aún más la diferencia.

Gestionar las comparaciones entre los gemelos, mellizos y trillizos

Christina Baglivi Tinglof, autora de varios libros sobre gemelos, entre ellos «Double duty» y madre de dos mellizos con caracteres opuestos, nos ofrece las siguientes pautas:

• Anima a tus hijos a desarrollar cada uno sus actividades preferidas. Cuando cada uno hace lo suyo en ámbitos distintos, se sienten más individuos y no parte de un dúo. Esto beneficia la autoestima y también su confianza en sí mismo. Pero un comentario; los gemelos y trillizos idénticos suelen sentirse atraídos por las mismas actividades, algo que lógicamente hay que respetar.

• Permíteles pelearse y expresar sus sentimientos negativos. Todos los hermanos se pelean y los gemelos quizás algo más por pasar juntos las mismas fases y estar más cerca el uno del otro. Si se les prohíbe expresar sus sentimientos negativos, éstos no desaparecen sino queden guardados en su interior, amenazando con explotar en cualquier momento. No obstante, hay que enseñarles a decirse las cosas sin hacerse daño físico y psíquico. Y queda prohibido romper las pertenencias del otro o de los otros.

• Considera la posibilidad de buscar ayuda para el gemelo con problemas de conducta como falta de control, impulsividad, celos exagerados, agresividad, baja autoestima…etc. Unas sesiones de terapia con un psicólogo infantil pueden serle de gran ayuda para aprender a controlar mejor sus emociones. La terapia transcurre a través del juego, que el medio natural de expresión del niño.

• Sopesa la posibilidad de separarles de clase. Puede ser una buena decisión, ya que les libera de las eternas comparaciones y le da a cada uno una mayor sensación de libertad.

• Habla con sus profesores. Ellos ven a tus hijos en otro ambiente y pueden aportar información interesante y totalmente nueva para ti.

• Ten paciencia. A medida que crecen, los caracteres tienden a suavizarse. Con tu ayuda aprenden a entender que sus conductas tienen consecuencias y esto es lo que les motivará a controlar mejor sus emociones.

• Destaca de cada uno sus cualidades positivas. Uno es, por ejemplo, un niño extrovertido que hace muchos amigos. El otro es un niño que es muy fiel en sus contactos y tiene una gran sensibilidad por las necesidades del otro.

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