«Me gustaría saber más sobre el carácter de los gemelos. ¿Suelen ser parecidos?» Esperança.

Hola Esperança:

Los gemelos monozigóticos, popularmente llamados idénticos, tienen un carácter parecido. No es extraño ya que muchos de los rasgos humanos vienen determinados por los genes, como la timidez, la intro-o extraversión, la agresividad, la tranquilidad o el nerviosismo, la sociabilidad hasta el sentimiento religioso. Por tanto no es raro que los gemelos se parezcan.

Pero como no son dos clones pueden darse diferentes influencias en su vida pre-y posnatal (mira también el artículo sobre variaciones en el número de copias del ADN), que no son iguales para los dos, los niños pueden manifestar ligeras diferencias entre sí. Por ejemplo, uno es más abierto, otro es más cerrado; uno es todo un manitas y el otro más cerebral…etc. Pero lo curioso es que suelen ser más bien matices de una misma versión. Raras veces son completamente opuestos, como el día y la noche.

Además, se da un fenómeno curioso entre los gemelos monozigóticos que yo misma llamo ‘el intercambio de conductas’. Os lo explicaré con un ejemplo: Sara, 30 meses, es en casa todo un torbellino: activa, alegre y extrovertida. Su hermana Linda es más tranquila y parece observar antes que actuar. Pero cuando van a la guardería, los roles cambian: ahora es Linda la que lleva la voz cantante y se comunica con todos. Su hermana, en esta situación, se comporta de manera más comedida y espera antes de actuar. Sus padres se quedan extrañados de ver este cambio y se preguntan quién es quién.

La explicación es que en el fondo las niñas tienen un carácter muy parecido y que según las circunstancias se reflejan unas características u otras. Tanto Sara como Linda tienen una parte tímida y otra abierta. Además, sus reacciones siempre son una reacción a las de la otra. Se influyen continuamente. En casa es Sara la que más saca su lado extrovertido y en la guardería, una situación que impacta algo menos a su hermana, es por tanto ella la que lo saca.

Esto no deja de sorprender a los padres. Incluso los rasgos pueden intercambiarse según las fases que atraviesen los gemelos. Un ejemplo: Juan, 6 años, es el que más se esfuerza en hacer bien los deberes. Pablo, su hermano gemelo, lo deja todo para el último momento. Los padres piensan que Juan es el responsable y Pablo el vago. Pero se equivocan. En el segundo curso se comportan totalmente distintos. Ahora es Juan el vago y Pablo el responsable. Por lo visto cada uno tiene un lado responsable y un lado vago y según las fases por las que pasan, sacan uno u otro.

O un ejemplo más conocido: primero uno de los dos teme la oscuridad y necesita ayuda para quedarse dormido. Si ya lo tiene superado, es el otro que llora por la noche. ¡Pobres padres! Les toca dos veces ayudar a sus hijos a vencer sus miedos. Es algo completamente entendible.  Por tanto, sí, sus caracteres son parecidos y hay matices muy interesantes. Los gemelos nunca dejan de sorprendernos.

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