«Mis mellizos, niños y niña de 7 años, se pelean desde el principio de su vida. Antes se mordían, hasta hacerse sangre y ahora todavía se pelean de modo físico.

Desde los 4 años están en aulas distintas. En el colegio se ven poco, solo una hora por semana en la que comparten una hora de gimnasia. Según sus maestros, en esta hora también se pelean. Se insultan y la niña se comporta como una madre, según me cuentan.

También son muy competitivos; por ejemplo con la lectura, siempre quieren saber quién es el más rápido. El curso próximo es probable que estén juntos, porque se reducen las dos aulas a una sola.

Las maestras no ven nada bien que estén juntos y nos aconsejan buscar otro colegio para uno de ellos. O bien que busquemos ayuda terapéutica para ellos.

Como acabamos de mudarnos y ellos en su corta vida ya han conocido 3 colegios, no queremos cambiarles. En casa también se pelean, pero pensamos que va algo mejor.

¿Nos puedes aconsejar qué es lo mejor para ellos? ¿Qué podemos hacer?» Ana

Querida Ana:

Sí, es una situación nada fácil. No me parece bien cambiar a uno de tus mellizos de su colegio. Esta medida fácilmente la vivirán como un castigo. Además, es una decisión muy drástica.

Te aconsejo buscar ayuda. Debe haber algún motivo por el que los niños se molestan tanto. Muchas veces la causa subyacente es que compiten por la atención paterna.

Te aconsejo propocionarles a cada uno su parcela de atención individual. Crea momentos en los que la niña esté a solas contigo, y lo mismo para el nino. Lo mismo con el papá. Conviértelo en un hábito. Puede ser algo simple, como una semana uno te acompana ahacer la compra, la otra semana lo hará el otro.

También es probable que uno se sienta desplazado y piense que le queréis más al otro. Aun no tienen edad para expresar estas emociones, por tanto lo demuestran con sus conductas.

Reflexiona también si hay algún tipo de preferencia en vosotros por uno de los dos. Esto a veces ocurre y lo mejor es analizarlo en uno mismo y compartirlo con la pareja. A veces intervienen en este proceso los propios problemas, como una baja autoestima, poca confianza en sí mismo y al verlo reflejado en el hijo, hay una mayor atracción al hijo que no muestre estos rasgos. En estos casos habrá que trabajarlo en uno mismo para liberar el amor hacia el hijo.

Espero que vuestros mellizos puedan estar juntos en clase el curso próximo.

Un saludo muy cordial,

Coks Feenstra

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