«Soy mexicana y mamá de mellizos de 2.6 años de edad, Sebastián y Santiago. Me ha costado mucho la cuestión de conducta. Siempre los he tenido en rutinas, horarios…etc. Pero pareciera que son niños que viven solos. A veces con tintes de agresividad, drama intenso, actuaciones excelsas, unas gargantas impresionantes.

Todo es un peligro para ellos. Un simple libro, un color…etc. De personalidades distintas, pero en sus momentos de “hermanos” parecen 6 niños vagos, no obedecen y lo destruyen todo.

A Sebastián le interesa mucho la escuela, a Santiago el baile y la fiesta. Cuando no están jungla en la escuela, porque uno falta por motivo de enfermedad, se comportan excelente, cada uno estando separados.

Sebastián defiende y pelea al hermano. Y en un día para otro las rabietas comenzaron con Sebastián, recientemente: unos berrinches espeluznantes. Llora por todo, grita por todo, quiere hacer si santa voluntad. Obviamente el error es mío, quisiera ayuda.»

Hola madre:

Tus mellizos están en la fase del desarrollo del ‘yo’. Ahora se han dado cuenta que cada uno es una personita única, con propia voz y voto. También han descubierto que no son una parte de la mamá, como todo niño piensa en sus primeros 18 meses. Para afianzar este incipiente ‘yo’ necesitan rebelarse contra ti.

También se pelean entre ellos, ya que deben defender su terreno. Es sabido que las peleas entre los mellizos varones son las más dramáticas que todas las peleas entre gemelos. Es el tipo de gemelos con mayores problemas de conducta.

¿Por qué? En ello influye que el nivel de testosterona (la hormona de la sexualidad), es alto, más que en el de las niñas. Por esta causa las niñas suelen jugar mucho más tranquilas y pacíficas. No es que no se enzarcen en peleas –sí lo hacen-, pero no de un modo tan violento. Y luego en los gemelos idénticos suele haber menos competitividad y lucha, porque viven el mundo de una manera similar y son más parecidos en carácter que los mellizos.

Por tanto, no es raro lo que te ocurre con tus mellizos. Ahora bien, debes aprender a controlar la situación y sobreponerte a ella. Solo así logras tener un control y los días pueden pasar sin grandes dramas y sofocos. Unos trucos sencillos, pero eficaces:

• Pasea todos los días con los niños. Llévalos al parque para que corran, se suban, se diviertan etc. Esto les ayudará a quemar energías y sentirse bien.

• Procura que en casa tengan mucho espacio. Quita muebles y objetos superfluos o delicados. Limita el número de juguetes. Demasiados juguetes crea caos y les excita.

• Empieza ya a crear momentos con cada uno por separado. Pide ayuda al padre y otros familiares para poder hacerlo. Les calma estar a solas contigo o el papá. También te da un contacto más satisfactorio con cada uno.

• Sé estricta en tus normas. ‘No’ es no. Si uno no hace caso, siéntale por dos minutos en el pasillo (o una silla de pensar). Es el truco de la pausa obligada. No les grites, actúa con decisión y determinación.

• Lee sobre cómo enseñarles normas, por ejemplo en este o en este otro artículo mío enfocado a la educación de gemelos y mellizos.

Si tú empiezas a saber controlar mejor la situación, tus mellizos se calmarán y la convivencia será más placentera.

Ánimo. No te culpes de todos los problemas, sólo intenta aprender junto a ellos. Al fin y al cabo, todos los padres aprendemos a educar haciéndolo, con errores y aciertos. Se hace camino al andar.

Un saludo cordial,

Coks Feenstra

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