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«Te adjunto un pequeño corto que relata mi historia como mamá de mellizos de una forma pintoresca.

Fui mamá a la tercera inseminación, después de un año de tratamiento y muchas lágrimas. Tuve un excelente equipo medico que me cuidó todo el embarazo, para el cual guardé reposo relativo y absoluto al final.

El apoyo de mi esposo, madre, suegra y amigas fue incondicional y estaré siempre agradecida.

 

Conocí no uno, si no los dos amores de mi vida un 8 de octubre a las 7:30 pm. Estaba un poco asustada y muy cansada; pero el escuchar sus llantos en el momento en que dejaron  mi cuerpo por siempre, hinchó mi corazón de una forma que no puedo decir en palabras.

Fue el amor más puro y natural, Adriano y Valentina; nuestros mellizos habían nacido. ¡Por fin! ¡Oh Dios, como lloré por querer ser mamá!, ¡Oh mi Dios! ¿Cuántas veces me molesté con Él y le reclamé porque no lograba este placer maternal?, pero Él sabía cuándo dármelo, a Su tiempo.

Ahí estaban mis mellizos con 33 semanas y media de nacidos, un poco más pequeños de lo normal. Adriano pesó 1.670 gramos midiendo 39 centímetros y Valentina 2.140 gramos; más grande, con 44 centímetros.

Así que los primeros días de mis recién nacidos no fueron mamando del pecho de su madre, ni acurrucados en sus brazos o en los de sus padre, si no en una incubadora; caliente y fría a la vez.

A los pocos días me llevé a Valentina a casa, pero mi corazón ese mismo día se partió en dos, literalmente; al quedarse en el hospital Adriano, quien debía permanecer para ganar peso.

¡Qué 14 días más largos, qué sufrimiento! Todas las noches le hablaba a mi pequeño bebé cuándo lo iba a visitar y  ahí acostado en su incubadora le decía: “Eres un campeón, eres fuerte, eres hermoso, eres saludable, eres mi amor”. Sus ojos saltones me clavaban la mirada y no se despegaban de mí. Estoy segura que me entendía cada palabra.

Cuando lo alzaba y lo pegaba a mi pecho desnudo, nos entrelazábamos por horas de la manera más sincera, completa y perfecta. No quería dejarlo nunca.

Al llegar a casa en la noche encontraba a la perfección personificada en una, también pequeña, bebé quien nadaba en su ropa para prematuros y me miraba con una expresión de interrogante:

¿Dónde estaba su fiel compañero con quien compartió un útero por 33 y medias semanas? ¿Qué había hecho yo con él?

Han pasado ya 7 meses desde que nacieron mis mellizos y hoy los veo tan felices, tan activos, llenos de vitalidad, salud y amor. No son ni la sombra de aquellos pequeños bebés. La gente al verlos sólo tienen palabras dulces y tiernas: “¡Pero qué bebés tan hermosos y grandes!” ¿Sólo tienen 7 meses? ¡Pero si están tan grandes y gorditos!

Los veo y pienso que el amor más perfecto, más deseado y completo lo conocí por primera vez a través de  un acrílico, lo conocí en una incubadora.»

Analaura, madre de mellizos de 7 meses

 

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22 comentarios en «Mellizos, mi amor incubado»

  1. Cuanta razón! Yo tuve a mi pequeña 21 días en la incubadora mientras que el niño estaba con nosotros en casa. Me siento muy orgullosa cuando los monto en el carrito y salimos a pasear y la gente nos para y nos dice lo grandes que estan. Solo nosotras sabemos por lo que hemos pasado, sufrido y llorado

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  2. Yo sólo tuve a mis mellizos 10 días en neonatos y una noche separados, nacieron en la semana 34. Pero que razón tenéis… Cuanto sufrimiento y a la vez que orgullo al verlos crecer sanos y fuertes.

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  3. totalmente identificados con la historia mis mellisas nacieron bien pero a la semana d avr llegado a ksa a Valentina le dio meninguitis y fue hospitalada 21 largos dias .y tan chiquita y tanto q sufrimos x ella .y tambien yo teniaa sensacion d q cuando volvia a mi ksa para ver a Josefina ella me miraba con esa mirada q te dice todo c sentia muy sola .gracias a dios x la alluda d mi esposo y mis hijos mayores q m alludaron .m siento muy identificada a muchas mamas les pasa esto .pero fuerza .y mucha fe en dios .y pedir a el x ellos para dios no hay imposibles .besosss aa valentina y josefina ya tienen 4 años .

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  4. Pues si, asi es como muchas hemos conocido a nuestros hijos, las mias tb de 33+2, 1.750 y 1.770, 42 cm y 35 dias en el «hotel». Tienen ya casi 30 meses y no son gorditas pero estan muy espabiladas (a veces pienso que demasiado jajaja)

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  5. Que bonito Analaura, Dr me ha puesto un nudo en la garganta, pues tu historia es parecida a la de muchas y recordar eso días en la incubadora….
    Pero sí, ya están en tus brazos y es sin duda el amor más puro

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  6. Nadie sabe lo q pasamos sino las mamás y papas q lo vivimos, es muy duro ver que tus compañeras de habitación tienen a su bebe junto a ellas y tu lo tienes en la incubadora y es tan duro dejarles allí por las noches, pero claro sí nosotras no descansamos no podemos producir leche para amamantarlos y que se hagan fuertes. Miles mellis estuvieron un mes nacieron de 31+4 días y yo pasaba allí con ellos 12 horas diarias y no eran suficiente, se me partía el alma cada vez q los dejaba allí todas las noches, totalmente identificada.

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  7. Mis mellizas estuvieron en UCIN una 9 y la otra 19 días, primero salir del hospital sin ellas y después llevarnos a una dejando a la otra es lo más difícil que he tenido que hacer en mi vida, dejas parte de tu corazón, pero tenerlas ahora en casa es lo más maravilloso.

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  8. Hace tres años viví la experiencia, un mes y nos llevamos a la niña, El Niño 15 días después una agonía tenerlo que dejar sólo en su cajita… Todos unos guerreros mis hijos

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