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Ay, hija, parecía que el miedo a las secuelas de la prematuridad y del bajo peso con el que naciste lo habíamos dejado atrás pero al final no son más que treguas temporales que tan sólo nos sirven para recuperar el aliento. Parece que estamos condenados a preocuparnos de por vida por cada cosa que haces o dejas de hacer, por cada rasgo de tu cuerpo o por cada característica de tu persona.
Después de un tiempo de paz me descubro otra vez escrutándote, analizándote, tratando de evaluar si tu desarrollo es del todo normal. Mirándote con más interés científico que amor de madre. Y algo me dice que esto no está bien pero créeme que no puedo evitarlo. ¡Cómo me gustaría poder vivir ajena a todo esto!
Esta vez ha sido un posible e improvisado diagnóstico médico fruto de un examen de menos de cinco minutos y basado en un rasgo físico que bien podría ser sólo una característica personal tuya. Se que no debo darle importancia pero la duda ya está sembrada. El doctor lo soltó a bocajarro, sin dar demasiadas explicaciones, y me dejó con las piernas temblando mientras vosotros corríais por la consulta ajenos a todo. Y desde entonces no puedo parar de mirarte como te miro ahora.
Después de pasar medio embarazo esperando a que murieras -según los médicos- ya no me extraño de nada. Te pedí miles de veces que aguantaras y creo que es la única vez que me has obedecido a la primera y sin rechistar. Estamos acostumbradas a convivir con diagnósticos tan imprecisos como desagradables, y a tí te encanta desafiar cualquier previsión y dejar a los doctores en ridículo sin compasión alguna.
A veces me siento culpable por no poder tratarte igual que a tu hermano en este sentido. Quiero hacerlo pero es que no puedo. Quizá por eso eres tan independiente; notas mi miedo y te ofende esa falta de confianza en tí.
Por eso me empeñé tanto en lograr darte el pecho a pesar de todos los obstáculos. Necesitaba demostrarme a mí misma que podías hacer lo mismo que cualquier otro bebé. Y por eso he esperado con tanta impaciencia tus primeros pasos, para comprobar con mis propios ojos que podías hacerlo. Y ahora me preocupo porque aún eres un poco torpe y te caes mucho pero es que todavía estás aprendiendo y, en el peor de los casos, alguien tenía que heredar mi infinita capacidad para tropezarme con todo.
Es triste pero ya me he acostumbrado a convivir con ese miedo. Porque donde veo un tropiezo de niño despistado en tu hermano, en tí veo un posible daño neurológico producto del CIR severo que sufriste durante el embarazo. Y donde sólo veo una rabieta en tu hermano, en tí veo un posible desorden de conducta. Evidentemente esto no es siempre así porque en tal caso acabaría volviéndome loca, pero no puedo evitar que esas ideas se cuelen en mi cabeza de vez en cuando y que la incertidumbre me llene de angustia, dejándome casi sin respiración.
Me resisto a creer que alguien no te considere tan perfecta como te veo yo. Yo no noto ninguna diferencia entre el desarrollo de tu hermano y el tuyo, ¿O será que no quiero verlo? Tú tardaste más en andar, pero lograste darte antes la vuelta. Y algo me dice que vas a empezar a hablar antes que tu hermano. Tardaste en aprender a hacer una voltereta no más de 15 minutos y desde entonces cada vez que oyes esa palabra te echas al suelo para enseñarme lo bien que lo haces. Y trepando no hay quien te gane. A ti no te da miedo nada, una vez más ¡Cuánto tengo que aprender de ti!
De momento vamos a jugar un rato y a disfrutar la una de la otra. Para mí siempre serás la hija revoltosa, independiente y obcecada con la que he soñado tantas veces. Y si algún día se demuestra que tienes algún problema, estoy segura de que aprenderemos amarlo sólo por formar parte de tí. Aunque no puedo ocultar que prefiero que sigas dejando en evidencia a los médicos, es más, llegados a este punto no sólo me alivia sino que además me divierte. Quien sabe si este particular sentido del humor tuyo no se volverá en tu contra y algún día seas tú el médico que queda en ridículo frente a un bebé delgadito y cabezón de apenas un kilo de peso. ¿Te imaginas?
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Ay… estos fantasmas que rondan de vez en cuando… con mi bebé (le llamamos así, porque es la que nos queda todavía un poquito bebé) yo le daba vueltas a la cabez, por qué no andaba, por qué torcía el pie cuando culeaba, por qué esto, por qué lo otro… ni qué decir tiene si el médico me dice que tiene algo de hipotonía en comparación a sus hermanas, pero que no me preocupara, simplemente necesitaba más tiempo. A mí me daba igual, yo también escrutaba… cuando eran más bebés tendía a sentirme culpable porque su nacimiento fuera tan temprano y que pudiera tener consecuencias… pero ellas quisieron venir las tres al mundo a la vez, lucharon por hacerlo y por quedarse, y como dices, prefiero que sigan sin tener secuelas, pero si las hubiere, serán parte de ellas y con ellas les querré del mismo modo. Ánimo preciosa, estoy deseando conocer a ese par de piezas tuyos, que me hacen reír cada vez que cuelgas una foto. Un abrazo muy fuerte, y sabes dónde estamos para cualquier cosa!
Como te he contado en el blog, lo he sentido a rachas a menudo, incluso sintiéndome culpable. Pero tenemos unos hijos (en mi caso hijas) qe se han empeñado en estar aquí. De un tiempo a esta parte no me ha vuelto a pasar y estoy más serena en ese aspecto.
Yo estaba bien, la culpa ha sido de mi pediatra que creo que no ha sido muy delicado sacando un tema tan serio tan a la ligera, luego te mando el correo que te debo 🙁
Ya sabes que nosotros solo tenemos una hija, que no somos múltiples pero leo muchos de tus post, porque son para conocerte. No tengo ni idea de cuáles son esas consecuencias de las que hablas, de verdad, en ese sentido estoy poco enterada. Me puedo imaginar algunas cosas y entiendo de tu preocupación. Pero creo que seguro que si no fuera prematura también te preocupariais. Yo solo quiero darte un abrazo y decirte que disfrutes de tus canijos, sean como sean porque ellos te quieren a ti, como tu eres.
Bonita, mucho ánimo, si en algun momento pasa algo, ya pensarás en ello, ahora disfruta.
un beso enorme
En eso te doy toda la razón, recuerdo a mi padre contándome una anécdota de cómo no hacer las cosas: un gine que conocíamos cada vez que siente un bulto en el pecho y dice a la mujer: bueno, tiene un bulto que puede ser cáncer. Haremos unas pruebas. Tan difícil es decir: parece que tiene un pequeño bulto, que probablemente sea una glándula por el momento del ciclo. Vamos a hacer unas pruebas para asegurarnos. Luego con los resultados ya se verá, pero por qué anticipar las cosas, y además, por qué soltarlas a lo bestia! Si es que hay gente…………..
YO TENGO UNA SOBRINA QUE FUE SIETEMESINA MI CUÑADA LO PASO UN POCO MAL PARA CRIARLA PERO SI LA VIERAIS AHORA, TIENE 7 AÑOS Y ESTA ENORME ES INTELIGENTE Y MAS MADURA QUE OTRA NIÑA DEL COLE A SU EDA Y ESTA DANDO CLASE DE SEVILLANAS ASI QUE ANIMO Y QUE OJALA PIERDAS ESE MIEDO
Como te entiendo con
Esos miedos que siempre nos rondan por la cabeza! Yo lo pasé fatal una temporada porque a mi hijo le creció la cabeza mas de la cuenta y en una revisión rutinaria nos derivaron a neurología donde le hicieros varias pruebas q gracias a Dios salieron perfectas, pero es un fantasma que siempre estará ahí, además tendemos a comparar a uno con otro hasta q caemos en la cuenta de q llevan ritmos distintos, quizás a uno se le dé bien hacer puzzles y el ptro prefiera pintar, no por ello tiene q haber un problema ¡Madres! ¿Quien nos entiende?
No te preocupes, ya veras como será igual k su hermano, no sé por qué, cuando son 2, tendemos a compararlos, en mi caso a compararlas, yo tengo mellizas con 16 meses y una va mucho más atrasada k la otra. Amaya empezó a andar a los 13, Daniela a los 15, Amaya dice muchas palabras claras, Daniela papa y mama y de ahí no la sacas, Amaya a la primera se keda con todo a Daniela le cuesta un poco mas….y así con todo.
Cada niño es un mundo y se toman su tiempo, al final todos haran las mismas cosas.
Tengo otra hija d 4 años y jamas me preocupé por nada y con 2 años apenas hablaba, pero no tenia con kien compararla, k es lo k nos pasa con los mellizos o gemelos, tendemos a comparar.
Ánimo y no vivas con miedo k veras como tus hijos en un tiempo estarán igualadisimos, está claro k cada uno con su personalidad.
Me imagino lo difícil que resulta convivir con esos miedos… y ademas dada la poca sensibilidad de muchos médicos que sueltan las cosas sin contrastarlas antes muchas veces y sin pensar en lo que esas palabras significan para unos padres. Justo ahora vengo de conocer y estar charlando un rato con unos padres de un niño que tiene una de esas llamadas “enfermedades raras“ (leucodistrofia). Y ellos me hablaban con toda serenidad y dándome una verdadera lección de vida de como al final nunca nos sabemos lo que nos depara el mañana y lo importante es disfrutar de cada instante al máximo. Así que disfruta mucho de esa preciosidad!!! Un beso
A ver si luego te escribo un privado. Ánimo .
Me has dejado sin palabras y con lágrimas en los ojos.
Veo que los múltiples tenemos más en común que el número de hijos. Ahora mismo estamos viviendo algo parecido. Hoy le pedía a mi marido que no examinará al niño constantemente, que se relajará, que todo iría bien, que están muy controlados y vigilados….Los médicos no siempre son cuidadosos, ofrece un dato pero no las explicaciones y eso genera una angustia terrible. Y los padres…ay los padres…nunca dejaremos de sufrir, nunca.
Disfruta de de los niños, no te sientas mal por tratarlos diferente, no pasa nada…Daros tiempo, son muy pequeños.
Ánimo, guapa, aquí nos tienes para cuando necesites desahogarte.
Yo senti ese miedo con L hasta q empezo a gatear. Incluso pensaba q no escuchaba bien. Ella no se giraba al llamarla.
La comparabamos mucho c sus hermanas y la veiamos mas inmadura.
Ella estuvo mas tiempo NEO por hacer apneas al comer, me la lleve a casa asi y menudos sustos!!!
Alguna vez llorando preguntsba si esas apneas dejaran secuelas?
Todavia se la ve mas inmadura q sus hermanas en algunas cosillas pero es un terromoto, muy inquieta y muy picara.
De esto hablaba yo el otro día en una comida familiar y me dijeron: no te preocupes x eso, no ves q las niñas están bien?, si no fuera x eso te preocuparías x otras cosas. Y pensé q quizás si era cosa mía, q me había vuelto una neurótica, xo al leerte a ti y al resto de comentarios me doy cuenta de q casi es inevitable pensarlo. Nuestra vida pasa esperando hitos importantes: se darán la vuelta, gatearan, andarán… Lo han hecho todo y al tiempo xo aun y así estoy esperando el próximo hito: hablar, creo q estos últimos 15 meses han pasado volando solo esperando a q pasase el tiempo rápido xa ver si hacen esto o aquello… Y aunq están perfectas (A es mas pequeñita y eso tb me preocupa aunq intento pensar en q es asi, q será delgadita y chiquitina …) y lo hacen todo a su tiempo sigo con el miedo a q pasara cuando tengan q hacer algo mas intelectual q andar y decir hola…
Ay, te leía y se me saltaban las lágrimas. De mis gemelos de 33 semanas, uno nació con bajo peso (tuvo CIR), con su kilo cien y unas ganas de vivir que ya querrían muchos, y me pasé sus primeros años castigada por las tablas de percentiles, por los exámenes en atención temprana (que gracias a Dios, eran trimestrales), contando el número de piezas con los que había hecho una torre para ver si iba retrasado o adelantado, o el número de palabras que tenía una frase suya. Un día mi madre me advirtió que no le sobreprotegiera, que le tratase igual que a su hermano (le sacó medio kilo…), porque eso el niño lo iba a notar y no le haría nada de bien. Disfruta de tu hija, celebra sus logros, de la misma manera que los de su hermano; relájate, en otras palabras.
Hay médicos que son auténticos terroristas, que parece que disfrutan anticipando desgracias o problemas. Uno me llegó a decir que era muy importante que mi pequeñín alcanzara el percentil positivo antes de los dos años porque si no podría tener problemas de aprendizaje… Afortunadamente, tengo un familiar que es pediatra y que me dijo que por esa regla de tres un niño con Down alcanzaría un alto desempeño académico cebándolo a hamburguesas.
¿Ese pediatra te ha mandado alguna prueba, alguna pauta? ¿O se quedó tan ancho, habiendo soltado su «sentencia»? Cambia de pediatra, busca uno que ante todo sea humano…
Por cierto, mi pequeñín ahora tiene 8 años, tiene un alto CI, una barriga «cervecera» y hablando me recuerda a Sheldom, el de Big Bang, por lo repelente que resulta a veces.
Un beso grande
Mi hijo es prematuro extremo…y ya hoy tiene casi tres añitos..esta perfecto..más que perfecto es un trasto no para tiene energía para el y dos más .Después de revisiones rutinarias y demás se conocía lo que yo sabía es y está perfecto…Tardó en caminar empezó cerca del año pero creo que era mas gandulismo que otra cosa,y hablar perfecto es una cotorrilla pequeña.Estaos tranquilas