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«Llega un momento en que (casi) todo el mundo aposenta la cabeza. Al final uno madura (aunque mi mujer no opine lo mismo) y toma decisiones como trabajar, casarse y tener hijos.
Alguna vez durante mi juventud pensaba en la paternidad, pero nunca más allá de cuándo sucedería o cómo serían físicamente mis hijos, vamos nada serio ni que me quitase el sueño. Lo que nunca imaginé es que sería padre de mellizos, así del tirón.
Pasado este tiempo, me arrepiento de no haber hecho algunas cosas, para ser mejor padre. Creo que siempre podré reprocharme a mí mismo por qué no cogí más veces a mi hijo en Neonatología mientras esperaba a que me dijesen si a mi mujer la subían a planta o no (o al menos que seguía viva), o por qué no iba durante más horas a hacer el método canguro con mi pequeña, sabiendo que todo minuto que pasase con ella le sería beneficioso y, por mi parte, no me haría sentirme tan culpable si le hubiese pasado algo grave.
El miedo es un factor con el que contamos, pero del que desconocemos como vamos a reaccionar cuando nos entra.
Aún de no haberme preparado casi nada la lección de papá (mi mujer de eso no se enorgullece de mí), puedo estar orgulloso de que improvisar ha sido mi mejor arma para lidiar con estos pequeños salvajes chupavidas 🙂
A la par, como si de un superhéroe mordido por una araña o expuesto a una alta radiación nuclear, se te desarrolla un sexto sentido (o se te agudizan los otros cinco): Eres capaz de dar de comer a uno mientras que quitas el plato a tiempo del alcance de las manos del otro mellizo sin estar mirando lo que hace. Conoces en todo momento, con sólo inclinar la cabeza y entrecerrar los ojos, cuándo están cogiendo algo que no deben o están trepando a un armario. O te las apañas para mantener a los dos separados del vómito que acaba de echar uno de ellos mientras que encuentras algo para limpiar el escenario del crimen (que no sea tu propia camiseta), por ejemplo.
Todas esas situaciones, que yo catalogaría como deporte extremo, hacen que les cojas un cariño a esos pequeñajos que va más allá de lo normal. Sabéis a lo que me refiero, es esa fibra que te tocan y que hace que te acuerdes de ellos con cara de bobalicón, deseando ver de nuevo las cucamonas, palabras y acciones que te levantan una carcajada o por las que te entran ganas de espachurrarlos como si no hubiese mañana, eso sí, una vez que ya están dormidos y sabes que no tienes que verles hasta el día siguiente 🙂
No sabes lo que es estar ocupado hasta que eres padre de mellizos…
Dos años y medio después de semejante evento puedo decir que soy un multipapá contento de ello, con ganas de educarles y hacer que esta vida sea lo mejor posible hasta que estén preparados para volar fuera del nido (aunque nunca será pronto ).»
S. padre de mellizos de dos años y medio
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Guay! 😉
Para la próxima vez, puedes contar conmigo 😛
Si es que en el fondo los hombres tenéis vuestro corazoncito… ¡Pero hasta que llegamos hasta el, madre mía lo que cuesta!
Farid E Mancera Gonzalez!!! tu q opinas???
Mñn lo leo sin falta! Al final he cerrado temporalmente….
Pues par ami agregaria muchas copsas pero se trada de una breve reseña, cuando creescan escribire cada detalle gravado en mi memoria y asi vere qe es lo realmente mas imortante que e vivido con ellso desde pqeueño, hasta hora no me arrepiento de nada, todo lo he hecho por el bien de ellos y de ti mi amor Rosa Lydia Vargas Romero, asiq ue espero llevar un buen camino….
Y tu Carlos Stocker como padre de mellizos algo que objetar?? 😉
Duro..pero el cuerpo. Aguanta… La cabeza es lo principal…si eso falla…mal vamos!
La verdad es que nos cambia muchisimo. Como antes de eser padres, llegaba a casa sin fuerzas, y ahora todavia me quedan bastantes para jugar, dar bibes y bañarlas. Eso si, una vez que se duermen, mi cuerpo hace off. Al dia siguiente lo mismo… pero no miro atras y no cambiaria nada
Nosotros sólo tenemos una bichilla, pero su papá hubiese querido que naciesen dos de golpe (algo raro porque no tenemos antecedentes familiares, ni nos hemos sometido a métodos de reproducción asistida, pero él confiaba en tener dos). Decía que más o menos debe ser el mismo esfuerzo criar sólo a uno que a 2 a la vez (yo no comparto para nada esta opinión) y ahora que nos veo desbordados por una sola bichilla pienso ¡cuánto mérito tenéis los papás de hijos múltiples!
Santiago Salazar Gonzalez
Doy fe que eres capaz de sujetar a tu niño, mientras evitas que tu niña se suba a la mesa, les das agua para beber y a la vez mantienes una conversación, y todo esto a casi 40 grados y sin pestañear! Me encanta cómo lo cuentas! Mi marido sin embargo es capaz de estar inmerso en la tele mientras meriendan y no darse cuenta de que una está llorando porque el gato le ha robado el sándwich, ja, ja, ja!!! Un abrazo enorme a los dos y un muxu gordo a los peques preciosos!!!!!!!!!!!!!
Asi me gusta escuchar a los papas! !! Por desgracia mi marido tiene negocio y no puede estar con los bebes todo lo q le gustaría! ! Me ha encantado este testimonio del multipapi!! Me imagino que será tu marido no adriana? ?? Un saludo